El Leyma, favorito al ascenso directo a la ACB tras arrollar al Estudiantes (114-88)

DEPORTES

ANGEL MANSO

El equipo coruñés venció con autoridad a uno de sus principales rivales, el histórico club madrileño, en un Riazor a rebosar

08 mar 2024 . Actualizado a las 23:45 h.

Golpe en la mesa del Leyma, decidido al ascenso directo a la ACB, frente a un Estudiantes impotente ante la superioridad coruñesa.

Qué tiempos en los que enfrentarse al Estudiantes (tres veces campeón de Copa del Rey, y varias veces subcampeón nacional y europeo) era meterse en las fauces del lobo. Qué momentos en los que visitar Madrid era temer la presión de la Demencia.

Esos tiempos, en los que el equipo colegial era favorito a todo, simplemente, pasaron. El crecimiento exponencial del Leyma en los últimos años se plasma en partidos como el de ayer. El Palacio de los Deportes de Riazor a rebosar demostró que presiona más que el WiZink. Y acertó Pedro Rivero cuando, horas antes del salto inicial, dio una clave: si el Leyma sale enchufado, mala comida.

Efectivamente. El Básquet Coruña rectifica sobre la marcha en una temporada memorable y en el primer cuarto (38-23) fagocitó de tal manera al Estudiantes que si se le pregunta a cualquiera de los casi cinco mil espectadores solo recordará ataques naranjas.

Aris Petersen se hizo con el timón y cedió balones francos para que Barrueta, Huskic, Galán, Lundqvist y Jakovics aplicasen el látigo. Nadie se acordaba de que Sola había logrado el primer punto del partido, Wintering estaba desaparecido en combate y apenas Murphy discrepaba del dominio local. Le duró poco. Barrueta y Burjanadze, cada uno a su manera, se lo dejaron claro. No había fisuras en el plan coruñés. Cada ataque era una lección defensiva.

El segundo cuarto comenzó con otro cariz. El Estudiantes se centró en defensa, el duelo adquirió un punto de dureza, los árbitros tomaron ciertas decisiones controvertidas y el Leyma pagó la sobreexcitación. Frazier no era Larsen. La ventaja, que había llegado a ser de quince puntos, se atenuó hasta los cuatro a falta de dos minutos. Era el momento de contemporizar y respirar. Canastas balsámica de Burjanadze y Jakovics (59-52). Descanso.

El tercer cuarto devolvió a los aficionados un partido más trabado, menos intenso. En las imprecisiones, ganancia de Estudiantes. Leimanis y Wintering elevaron su rendimiento. Aris y Carrera se las tenían en la pintura. Medio ascenso se jugaba en este partido. Huskic y Larsen, zapadores en la media distancia. Con veinticuatro minutos gastados, 64-62. Pizarra, pies, mente y manos. El que lograse conjugar en el presente perfecto, ACB. Riazor disfrutaba del momento.

El marcador se ralentizó, la línea de triple era un muro. Los vasos comunicantes llevaron el encuentro a las inmediaciones del aro, en el que Diagne mantuvo el fuerte a salvo. Cómo olía a final. El tiro libre descomprimía en el instante de mayor tensión.

A pesar de la densidad en el avance, el Leyma se mantenía por delante con serenidad, lo que tuvo efecto inmediato, no solo en el juego del Estudiantes, que veía que sus esfuerzos no tenían rédito, sino en la actitud del equipo madrileño, mucho más beligerante con el trío arbitral. Era plenamente consciente de lo que estaba ayer en juego. Riazor también.

FICHA DEL PARTIDO

LEYMA (114): Aris (3), Huskic (10), Lundqvist (11), Barrueta (8), Galán (8) -equipo inicial-, Jakovics (28), Diagne (5), Pablo Hernández (2), Font (11), McDonnell (5), Álex Hernández (2) y Burjanadze (21).

ESTUDIANTES (88): Wintering (13), Sola (5), Murphy (9), Larsen (20), Leimanis (8) -equipo inicial-, Frazier (5), Nzosa (2), Sergio Rodríguez (3), Ferrando Porro (8), Carrera Gamboa (15).

PARCIALES: 38-23, 21-29, 16-18 y

ÁRBITROS: Quintas Álvarez, Báez Batista y Marqueta Gracia. Excluyeron a Diagne, por acumulación.

INCIDENCIAS: Partido de la jornada 23 de la LEB Oro disputado en el Palacio de los Deportes de Riazor. Lleno.