Nueve barones de la federación de fútbol se desmarcan de Pedro Rocha

AMADOR GÓMEZ COLPISA

DEPORTES

Juan Medina | REUTERS

Remiten una carta ante una posible intervención de la RFEF y hacen oficial la ruptura con el dirigente extremeño

17 abr 2024 . Actualizado a las 22:10 h.

Con Pedro Rocha acorralado por la justicia ordinaria y deportiva y, dada la grave crisis que atenaza a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), nueve presidentes de las federaciones territoriales se han desmarcado ya del único candidato a ocupar el cargo de Luis Rubiales y se han puesto en manos del Consejo Superior de Deportes (CSD) ante una posible intervención por parte del Gobierno o de la FIFA.

Cuando se da por hecho que Rocha será suspendido provisionalmente por el CSD por falta muy grave o inhabilitado por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), nueve barones enviaron en la tarde del miércoles una carta al organismo presidido por José Manuel Rodríguez Uribes para hacer también oficial la ruptura total con el dirigente extremeño y la división de las territoriales.

Marcelino Maté (Castilla y León), Salvador Gomar (Comunidad Valenciana), Pablo Burillo (Castilla-La Mancha), Juan José Arencibia (Las Palmas), Paco Díez (Madrid), Javier Landeta (País Vasco), Iñaki Gómez Mardones (Vizcaya), Manu Díaz (Guipúzcoa) y Kepa Arrieta (Álava) son los firmantes de la misiva remitida al CSD, aunque también Pep Sansó (Baleares) y José Ramón Cuetos (Asturias), otros expedientados como miembros de la comisión gestora de la RFEF, les han manifestado su apoyo.

Entre quienes aún respaldan a Rocha, entre 23 barones, se encuentran Rafael del Amo (presidente de la Navarra y de la gestora de la RFEF) y Joan Soteras (Cataluña), también expedientados.

Rocha, expresidente de la federación extremeña e interino de la española, ya ha anunciado que impugnará la resolución del TAD que acabará de forma definitiva con sus aspiraciones a suceder a Rubiales. Rocha llegó a presentar hasta 107 avales (más del 70 % del censo de la asamblea del fútbol español) para aspirar a la presidencia de la federación de fútbol y se autoproclama «presidente electo», pero ya no tiene ningún futuro.