El Real Madrid sigue haciendo historia a base de gestas y situaciones complejas. La que se sacó de la manga frente al City no fue menor. Estuvo siendo sometido durante todo el partido por el equipo inglés, al que solo le faltó haber aprovechado sus oportunidades y haber anotado un gol más. Solo le faltó que la pelota entrase.
El Real Madrid, aun sin haber hecho un partido especialmente bueno, aguantó el chaparrón como pudo y demostró por qué es un equipo histórico. Lo hizo frente al mejor rival posible, que lo dominó durante los 120 minutos. Incluso vio como, por su gran labor en la gestión de esfuerzos, el City llegó a la prórroga con sus jugadores mucho más frescos.
La nota más positiva en el Madrid se la lleva Andriy Lunin. Lo pasó muy mal, fue ninguneado por los aficionados... Pero en la cita más importante, el ucraniano silenció a las críticas con hechos en forma de paradas en los penaltis para devolver al Real Madrid a las semifinales de la Liga de Campeones.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Detrás de este meritorio triunfo del equipo de Ancelotti queda mucho por mejorar. Para poder seguir adelante es necesario que mejore en la defensa sin balón y no achaque la mayor de sus debilidades: la poca confianza en los jugadores del banquillo.
Con todo, en estas circunstancias, ningún equipo de Europa querría tener que enfrentarse al Real Madrid. Ha eliminado al mejor equipo del mundo después de encontrarse en una situación muy adversa, de la que pocos equipos son capaces de recuperarse.
Ahora lo que toca es recuperar efectivos y empezar a prepararse para los duelos ante el Barcelona, en liga, y el Bayern, en Champions.