Juan Domínguez: «Ahora participo más, que es lo que a mí me gusta»

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El 10 blanquiazul es feliz con su nuevo rol como «el que equilibra el equipo»

24 abr 2014 . Actualizado a las 17:27 h.

La figura de Juan Domínguez (Pontedeume, 1990) ha crecido en los últimos partidos. El 10 ha brillado como único centrocampista puro y el juego del equipo ha dado un salto de calidad.

-Las circunstancias han condicionado la temporada. Hace nada, obligaron a un cambio de esquema en el que se le ve feliz.

-Mi cambio de posición conlleva abarcar más campo. Ahora participo más, que es lo que a mí me gusta. En defensa tienes muchos espacios que cubrir y trabajas más a lo ancho, pero el sistema funciona y también estoy contento a nivel individual.

-Es el jugador al que más afectan los cambios de sistema. Esta campaña ha pasado de perderse en algún partido a ser el mejor en otros, según el dibujo.

-Siempre dije que a la hora de participar con el balón intervienen muchos factores, no solo es cuestión del jugador. La posición, los compañeros... Estar más o menos solo, como único pivote, me convierte en una opción fácil de pase para la gente que está por delante y por detrás. Por otro lado, es un sacrificio mucho mayor a nivel físico y requiere más concentración. Al final eres el que equilibra al equipo. Me encuentro cómodo así y en el doble pivote.

-De mediapunta, ni en pintura

-Siempre dije que de mediapunta es donde más me cuesta. Recibir con los rivales a la espalda me cuesta más que cuando los enfrento de cara. Lo de darse la vuelta recibiendo de espalda se le daba muy bien a Valerón.

-El propio míster quiso en varios momentos que usted asumiera el rol del canario, ¿le perjudicó?

-En ningún caso me afectaron las comparaciones. Me mantengo muy aislado de lo de fuera y nunca me vi así. No soy ni parecido a él. Cuando me pusieron ahí solo trataba de hacerlo lo mejor posible. Sustituir a Valerón es bastante complicado.

-¿Se lo hizo saber al técnico?

-No hacía falta que se lo dijese. Él ya lo veía. Todo el mundo sabe que con tal de jugar yo ya estoy contento. Cuando me pidió mi opinión le dije que recibir el balón de espaldas a portería me costaba un poco más.

-Vázquez también ha atravesado baches de popularidad. De las carreras al murmullo de la grada ¿Cuál es su incidencia en la marcha del equipo?

-Desde fuera se ve un porcentaje muy pequeño de lo que sucede en el equipo. La gente se queda con las carreras y con lo que ve en el campo, pero el míster es mucho más que eso. Sería impensable un Dépor líder a estas alturas sin que el entrenador tuviera un gran peso en ello.

-El míster también quiso darle galones en el vestuario, ¿pesan?

-Mi papel dentro del vestuario ha cambiado. Soy tercer capitán, es mi quinto año aquí y evidentemente no es lo mismo que cuando subí del Fabril. He ido cogiendo galones. No para dirigir a la gente, porque creo que eso no hace falta. Simplemente, para que la organización dentro del equipo funcione mejor. Servir de intermediario con el club, por ejemplo.

-En ese terreno, ha sido una temporada especialmente dura.

-No voy a mentir. Lo extradeportivo nos ha afectado. Aunque quieras mantenerte aislado, las situaciones que están bastante al límite te influyen. Mientras trabajas, no. Pero después, quieras o no, tienes la cabeza en eso.

-Y ahora, lo de las primas.

-De eso no queremos hablar. No beneficia al equipo.