El Deportivo consigue en Eibar su primera victoria de la Liga

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

Juan Herrero

Un gol de Juan Domínguez premia el esfuerzo defensivo de los coruñeses en un partido muy físico

16 sep 2014 . Actualizado a las 11:59 h.

El Deportivo de las tres caras nuevas se llevó tres puntos de Ipurúa peleados como pocos. En un partido de choque, pie fuerte y mucho contacto, el equipo coruñés supo competir al límite de sus posibilidades físicas ante un rival poseido de tan intenso, e hizo valer el infrecuente gol de oportunista de área de Juan Domínguez para sumar su primera victoria de la Liga. Con dos centrales muy entonados y un Lux imponente por alto, el Dépor supo resistir todos los arreones de un Eibar sin demasiadas ideas de ataque, y aunque los coruñeses apenas volvieron a inquietar en el área rival tras su gol, les bastó para esta vez no dejar escapar su tempranera ventaja y estrenar el casillero de victorias y apuntalar con un triunfo los primeros pasos de la reconstrucción de un Dépor aún en su particular y larguísima pretemporada.

Ipurúa se convirtió en un examen de primer orden para la resistencia física del Deportivo, la misma que le pasó factura en los dos primeros partidos de Liga. Ese perfil rocoso y contundente que reclamó Víctor Fernández tras la derrota de Granada tuvo que emplearse a fondo ante el belicoso Eibar, que salió al césped como si en todo el parón liguero no hubiese olido el verde. Tardaron los jugadores de ambos equipos en desfogarse todo el primer tiempo; mientras, chocaron, se pegaron a gusto, disputaron cada balón como si no hubiese un mañana, y rara vez jugaron a lo que se da en llamar fútbol. Apenas los toques de distinción de los golpeos finos y estéticos de Javi Lara y Medunjanin (más el del Eibar por las ocasiones a balón parado de su equipo) fueron un rayo de luz en mdio del campo de guerra en el que se convirtió Ipurúa. Faltaron el barro, la lluvia y las medias caídas para convertir el Eibar-Dépor en un clásico más propio de lo duelos entre ambos en los 80 y en Segunda, más que de su primer duelo en Primera.

Se desplegó el Dépor con muchas novedades, con fichajes de inicio (Sidnei, Juanfran y Postiga) y con Juan Domínguez como media punta. Dejó Víctor Fernández la sala de máquinas para Bergantiños y Medunjanin, y arrimó al canterano al área. Le sirvió para anotar el 0-1 y poco más. El Dépor tuvo serios problemas para sacar la pelota jugada ante la presión poseída de los jugadores locales. Cuando buscó en largo a Postiga tampoco sacó demasiado en claro. La única vía de escape del todo el primer tiempo fue la rapidez y profundidaz de un Juanfran que jugó como extremo derecho. El madrileño tiró algún centro peligroso y de uno de ellos llegó el gol de Domínguez: se peleó Postiga con los centrales y la pelota le cayó a Bóveda, que se dio un tiró en el pie. El balón cayó muerto a Juan, que fusiló con violencia, contagiado del aire batallador del partido, nada que ver con la habitual sutileza del 10.

Ahí terminó el balance ofensivo del Dépor, desacertado en las combinaciones, con un Cavaleiro muy impreciso anulando la proyección ofensiva de Luisinho. Apretó las tuercas el Eibar sobre todo por arriba, tirando centros y generando segundas jugadas. Rozaron la expulsión Cavaleiro con un codazo y Medunjanin con dos faltas consecutivas por detrás, y el equipo local pidió un penalti de Luisinho sobre Ángel. La movilidad del canario expuso a Lopo a zonas peligrosas y Abraham se proyectó por el lateral zurdo superando a Juanfran y haciendo sufrir a un Laure en inferioridad. Pero Lux apenas tuvo trabajo y Lopo y Sidnei se mantuvieron firmes en el bombardeo. La pareja de centrales se fajó y el brasileño no tuvo problemas con la pelota en los pies en su estreno, confirmándose los zagueros en la mejor noticia del primer acto, que el Dépor terminó aculado en su área por el empuje frenético del Eibar.

Lux y el cansancio

Javi Nieto quiso cambiar la cara del partido, saliendo desde el banquillo de inicio en la segunda parte. Chutó con cierto peligro en tres ocasiones y Lux tuvo que repeler una. El argentino impuso su autoridad en los miles de centros que le llovieron en el área y el Dépor se arremangó en defensa para retener los empellones locales. Apenas hubo noticias del equipo coruñés en ataque, ni cuando el Eibar empezó a resquebrajarse y dejar espacios para las contras, muy tímidas de los blanquiazules. Postiga, desesperado sin la pelota, luchaba sin demasiado éxito.

Las entradas de José Rodríguez, Cuenca y Canella (éste por un Juanfran al borde del desmayo por el esfuerzo) dieron aire a la defensa del Deportivo, que no probó a Irureta en todo el segundo tiempo y que acabó con las fuerzas muy justas, pero que se fajó superando su escaso fuelle para sumar un triunfo de moral.

0 - Eibar: Xabi Iruretagoiena; Bóveda, Albentosa, Raúl Navas, Abraham; Errasti, Dani García (Saúl Berjón, m. 75); Capa (Dani Nieto, m. 46), Arruabarrena, Javi Lara; y Angel (Piovaccari, m. 56).

1 - Deportivo: Lux; Laure, Lopo, Sidnei, Luisinho; Alex Bergantiños, Medunjanin; Juanfran (Canella, m. 84), Juan Domínguez (José Rodríguez, m. 69), Cavaleiro (Isaac Cuenca, m. 58); y Hélder Postiga.

Goles: 0-1, m.12: Juan Domínguez.

Árbitro: Mario Melero López (Comité andaluz). Amonestó a los visitantes Cavaleiro, Medunjanin, Hélder Postiga, Lopo, Sidnei, además de un jugador que estaba en el banquillo.