La suspensión del PXOM frena un desarrollo residencial y comercial

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

Varias constructoras tenían previsto edificar a corto plazo en A Estrada

17 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La suspensión cautelar del PXOM ha caído como un jarro de agua fría en el sector de la construcción, que al fin veía abierta una puerta a la esperanza.

Según indicó ayer el alcalde estradense, José López, un grupo de inversión había cerrado un preacuerdo para iniciar un desarrollo urbanístico, creando una zona residencial y comercial prolongando los actuales límites del casco urbano. López no quiso desvelar en qué zona. Indicó que las negociaciones se llevaban con discreción, pero aseguró que para este lunes estaba prevista una reunión entre los inversores y el Concello para avanzar en la cuestión.

El alcalde desveló además que algún propietario mayoritario estaba también en negociaciones para desarrollar otra bolsa de suelo urbano a medio plazo.

Por su parte, los estudios de arquitectura también habían recibido un soplo de aire fresco -que ahora se esfuma- con el encargo de proyectos de viviendas unifamiliares y de alguna vivienda colectiva.

Las promotoras y constructoras locales han sufrido también un duro golpe a sus planes. Dosemas estaba ultimando el proyecto para construir un edificio con cerca de 40 viviendas frente a la plaza de abastos, en la esquina entre Waldo Álvarez Ínsua y la calle Manuel García Barros. Asimismo, había adquirido un solar para completar la superficie de la que ya disponía en la Avenida de Santiago y levantar un nuevo edificio con 18 viviendas, más o menos frente a la ferretería Ferrokey.

Por su parte, la firma Bamarti estaba también negociando la compra de solares en el casco urbano para iniciar nuevos proyectos.

Tanto José Guerra (Dosemas) como Fernando Martínez (Bamarti) recuerdan el grave perjuicio que supondrá el nuevo parón para el empleo local. Según aseguran, la construcción de solo uno de estos edificios que proyectaban podría emplear a medio centenar de personas, entre el personal de construcción propiamente dicho y los fontaneros, electricistas o carpinteros de las obras complementarias.