La peatonalización en Lalín sigue sin funcionar diez años después

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

DEZA

rober amado

El plan experimental de tráfico puesto en marcha en julio del 2004 solo fraguó en el acceso condicionado a la Praza da Igrexa y calle Colón

24 jul 2014 . Actualizado a las 14:51 h.

Ganar el espacio urbano para los peatones suele convertirse en batalla cuando no guerra en muchas poblaciones. El cruce de intereses desde vecinales a comerciales o políticos, las posibilidades reales de gestionar de forma adecuada el flujo del tráfico o los beneficios reales de la medida generan un debate al que Lalín no fue ajeno. Ni en el pasado ni en el presente, cuando surgen voces sobre el paso de vehículos por la Praza da Igrexa o la calle Colón. En este mes se cumple una década de un plan experimental para cortar la circulación en las rúas lalinenses más céntricas. Una medida que generó adhesiones y fobias especialmente en el comercio, con la división de facto del sector materializada meses después.

El día 10 de julio del 2014 se impedía el tráfico rodado por la Praza da Igrexa, Joaquín Loriga, Colón y Principal. Todo el entorno del Kilómetro 0 quedaba durante treinta horas cortado aunque según avanzaba el tiempo muchos coches se saltaron la medida. Peatones había poco en pleno estío y con la mayor parte del comercio cerrado. Y mientras el Concello con el entonces concejal de Tráfico, Ramiro Ruibal, al frente abogaba por evaluar a través de esos cortes en fin de semana la posibilidad de implantar de forma definitiva el cierre del centro urbano, desde la Asociación de Comerciantes de Lalín (ACL), presidida entonces por Santiago Fernández, se apostaba por una peatonalización de lunes a viernes al igual que parecía ocurrir lo mismo desde el Centro Comercial Urbano (CCU).

La prueba estival continuó en medio de un intenso debate ya que había divergencias de opinión en el seno del comercio local. Pero el Concello tras testar durante unas semanas la peatonalización consideró idóneo al menos adoptar esa medida en la calle Colón y la Praza da Igrexa. Eso sí, tardaron todavía varios meses hasta que en febrero del 2005 una gran señal de prohibido impidió el paso de vehículos por la plaza excepto para residentes, facilitándose así el acceso a garajes. Una más impedía estacionar en el corazón de la localidad.

Por las calles Principal y Joaquín Loriga se decidió mantener la circulación rodada. Solo en momentos puntuales, especialmente durante las fiestas de As Dores, lucen vallas para impedir el tráfico. El plan experimental cumple ahora diez años y la realidad muestra que el objetivo de peatonalizar el centro quedó a medio camino. Y además se puede circular por él.