El «campanu» cayó en Ximonde pero se hizo esperar hasta las 5 de la tarde

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

m. souto

El vigués Joaquín Iglesias pescó el salmón salvaje, de 4,23 kilos, desde Penedo Redondo, con cucharilla

02 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

De nuevo fue Ximonde quien dio el campanu del Ulla. Pero en esta ocasión se hizo esperar. El vigués Joaquín Iglesias capturó este ejemplar de salmón salvaje, que pesó 4,23 kilos y midió 75 centímetros a las 16.45 horas: «Por la mañana fue bastante duro, no se preveían muchas capturas. Nos fuimos a comer y hacia las cuatro volvimos, relajados», porque parecía que la suerte de haber logrado el número 1 en el sorteo y poder elegir Ximonde no se iba a corresponder con el ansiado premio. Pero Iglesias vio libre el conocido puesto de Penedo Redondo ?«no lo tocara en todo el día»? , y allá se dirigió a probar fortuna: «Lancé con una cucharilla dorada, y hacia abajo nada. Así que lancé hacia el chorro, y al tercer lance lo clavé. Lo saqué rápido, a mano porque no tenía sacadera, pero sin problemas: uno tiene sus años, así que actué con bastante tranquilidad». No es el primer ejemplar que se lleva del Ulla: en el 2012 se llevó un salmón de 6,2 kilos, pero lo pescó en Sinde. Como ayer, Iglesias ?estibador en el puerto de Vigo? había acudido junto a sus compañeros de la sociedad de pesca Citroën PSA. Aunque lleva toda la vida pescando, confiesa que no es asiduo al salmón: «Es algo esporádico, solo cuando sacamos números interesantes en los sorteos. Soy más de mar», con participaciones en el Campeonato de España de corcheo-mar, y presencia en el Europeo.

Degustación en familia

Joaquín Iglesias dará cuenta con su familia del ejemplar salido ayer de las aguas del Ulla: «La verdad es que el anterior lo repartimos, y lo probé cuando ya casi no me quedaba en casa: y la verdad es que estaba exquisito». Con ese precedente, se desmarcó antes de iniciar la jornada de la idea de sus compañeros de devolver al río las piezas que pudieran capturar: «Yo respeto que pesquen sin muerte, pero ya les dije que había pagado el coto, y que si pescaba me lo iba a comer con mi familia». Así que será su esposa la encargada de cocinar la pieza, porque Joaquín admite que es más de cañas que de fogones. Será una buena oportunidad para ampliar una degustación que se quedó muy escasa en el año 2012.