El queso gallego con sello de origen sube un 30 %, pero mantiene ventas

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

DEZA

xoan a. soler

Los fabricantes subieron el precio tras elevarse el coste de la leche

27 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hai unha tradición de consumo e hai unha solidariedade do consumidor». Así explicaba ayer Enrique Fernández, presidente de la Denominación de Orixe Queixo do Cebreiro y responsable de la fábrica Marqués de Cernadas (Baralla). Las ventas parecen mantenerse en todas las denominaciones de origen a tenor de las impresiones recogidas, pese a que el precio del producto es más caro que hace un año.

Una pieza de la Denominación de Orixe Arzúa-Ulloa o de la Denominación de Orixe Queixo Tetilla puede ser ahora, en una tienda o en un supermercado, alrededor de un 30 por ciento más cara que hace un año. Una de la Denominación de Orixe San Simón da Costa ha tenido un incremento similar, igual que ocurre en la Denominación de Orixe Queixo do Cebreiro.

Los incrementos de los precios se adoptaron en meses pasados, después de que los costes de producción —el alza del precio de la leche, pero también el incremento del combustible y de la tarifa eléctrica— se hubiesen elevado. Algunos productores incluso comentaron que habían esperado meses antes de aplicar la subida, pero que no les había quedado otra alternativa.

La subida de los precios del queso se acordó meses después del incremento del precio de la materia prima, cuyas oscilaciones no son extrañas en el sector lácteo gallego. El litro de leche en origen llegó a acercase al 0,60 euros; en las últimas semanas ha bajado algo, pero todavía se mantiene por encima de los 0,50 euros. Por otro lado, el del precio estuvo acompañado de dificultades de abastecimiento que este verano parecen lejos de las situaciones cotidianas.

Las queserías adquieren la leche en la ganadería cercana o a primeros compradores, aunque también hay casos en los que se dispone de una SAT propia que aporta materia prima: así ocurre, por ejemplo, en una fábrica como Don Crisanto (Vilalba), que, de todos modos, tiene que adquirir leche fuera para satisfacer su demanda.

Javier Sampayo —de Lácteos Anzuxao (Lalín)— asegura que este verano no hay dificultades para conseguir leche. Víctor Graña —de Lácteos O Casal (San Sadurniño)— también destaca que este verano es tranquilo en cuanto al abastecimiento. «Hai uns meses, si houbo problemas», dice. Explica también que la subida de precio resultó inevitable tras haberse encarecido la materia prima, los combustibles y la tarifa eléctrica. «E todo, o dobre», afirma.

«A oferta e a demanda»

«É a oferta e a demanda». Javier Piñeiro —de As Fontelas (Vilalba)— cree que las oscilaciones del precio de la leche acaban causando variaciones en la producción. Sostiene que si un ganadero ve que cobra poco, se sentirá inclinado a vender vacas, con lo que la producción será menor. Por otro lado, el año pasado se dieron situaciones como la guerra de Ucrania o una fuerte sequía, que ayudaron a incrementar los costes de producción de las explotaciones y de las queserías. Piñeiro subraya que lo que se paga por la leche no es el único factor que decide el incremento del precio del queso: la materia prima, aclara, supone alrededor del 70 % del coste de producción.

Una quesería como Terra de Melide, con sede en el municipio melidense, es un ejemplo de negocio que realiza directamente la recogida de la leche que necesita para la fabricación. Se surte de explotaciones cercanas: «Nós, este ano, non tivemos problemas de abastecemento», explica Raquel Cagide. En esta segunda quincena de agosto se nota un pequeño descenso de las ventas, aunque admite que el verano en general está siendo satisfactorio. «A xente comeza a adaptarse aos prezos novos. O verán sempre axuda», reconoce Víctor Graña (Lácteos O Casal).

«Agosto está sendo un mes estupendo. Xullo tamén o foi», explica Luis Coego —de Lácteos Farelo (Agolada)—, que recalca que la calidad de los quesos gallegos es reconocida y alabada por los consumidores. Javier Piñeiro (As Fontelas) está de acuerdo, pero matiza que tras subir los precios surgieron dudas, pronto disipadas: «Ao principio, había un pouco de medo por se baixaba o consumo», recuerda

Necesidades cambiantes

Las necesidades de materia prima varían durante el año según las necesidades de producción. Rocío Cuba —de Don Crisanto— reconoce que si en su parroquia (Lanzós) hubiese concentración parcelaria, se podría pensar en tener más vacas para aumentar la producción de leche propia. Lácteos Farelo actúa como primer comprador, y en los meses de menor elaboración vende parte de la mercancía adquirida para la fábrica.