Juan Sánchez: «Somos más hipocondríacos que nunca»

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

Miguel souto

SEl jefe de servicio del centro de salud de A Estrada advierte que los problemas menores saturan las consultas y restan tiempo para lo importante

26 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Detrás de los seis reconocimientos del centro de salud de A Estrada como el mejor de España hay un equipo de profesionales implicados y un jefe de servicio que se toma la gestión sanitaria casi como un asunto personal. Se llama Juan Sánchez Castro (Cee, 1958) y ha sido capaz de contagiar su ilusión para lograr un compromiso colectivo. Al principio, algunos le dijeron: «Vamos muy rápido, nos vamos a estrellar». Ahora A Estrada puede presumir de haber conseguido dos reconocimientos de cinco estrellas en las últimas convocatorias de los premios nacionales Best in Class (BIC).

Sánchez reconoce sus defectos, pero la gestión no es uno de ellos. Tiene los pies en el suelo y sabe que el título de mejor centro de España es un arma de doble filo. «No sé si somos el mejor, pero sí el más premiado. Ahora, para seguir avanzando, se necesita un cambio de modelo», advierte.

«Tenemos un gran sistema sanitario que ha dado sus frutos, pero fue diseñado para una realidad diferente, con menos cronicidad y menos envejecimiento. Poco a poco hay una población cada vez más numerosa de pacientes de edad avanzada, con cronicidad y fragilidad, muchos de ellos solos, que necesita una medicina centrada en la persona que choca con el actual sistema sanitario, muy centrado en el hospital y en las enfermedades agudas», dice. «Esa falta de adaptación del sistema actual a la cronicidad ha creado una situación de desequilibrio en el sistema sanitario que es parte importante del descontento de ciudadanos y profesionales. Por eso hay que complementar el modelo asistencial actual con otro más integral e integrado, centrado en la persona, donde los pacientes puedan transitar entre sanidad, servicios sociales y comunitarios de forma continua», explica.

Juan Sánchez se hizo médico casi por inercia. Su abuelo Augusto fue doctor y sus dos tíos también lo fueron. «De pequeño, mi madre me decía: ‘Juan José, tú eres un poco vago, tú mejor hazte farmacéutico’», reconoce Sánchez. Tampoco las tenía todas consigo su padre. Pero Juan acabó la carrera curso por curso y, al final, en el segundo examen para elegir destino, sacó la máxima nota. Ahí llegó el orgullo paternal.

Como primer destino, Juan eligió Fisterra por una cuestión práctica. «En Cee había servicio de urgencias que cubría Fisterra. Entonces el trabajo del médico de APE, donde no había servicios de urgencias, era casi esclavitud. No existía 061 y no había móviles ni ambulancias. Tenías que estar localizado siempre. No podías salir del pueblo al acabar tu jornada», explica Sánchez.

De Fisterra se movió a Ribeira para ir acercándose a Santiago, donde fijó su residencia. Finalmente desembarcó en el centro de salud de A Estrada, donde ahora es jefe de servicio.

Sánchez es un gran defensor del sistema sanitario. «Tenemos un sistema sanitario que es una joya, pero alguna gente no lo valora lo suficiente porque no conoce otros», explica. Para Sánchez, la clave es adaptarlo a las nuevas necesidades. «La Atención Primaria está debilitada por el envejecimiento de los profesionales, la falta de apuesta de la administración, que le reserva una parte pequeña de recursos, y porque el modelo es el de hace 40 años. El médico de familia es el portero del sistema, y eso no exprime nuestro potencial», dice.

«El paciente tiene hoy más información que nunca, pero mal procesada y que genera más morbilidad. Somos más hipocondríacos que nunca. El empoderamiento del paciente ha disminuido. Las consultas y los PAC están saturados de personas con problemas menores. Hay un patrón de consumo de paciente joven elevado que busca inmediatez. Y eso impide dedicar más tiempo a pacientes complejos que están en casa», dice.

Sánchez ve claro que es preciso trabajar en dos frentes. Por una parte, dar respuesta a los grandes problemas de la población joven. «Hay una epidemia de obesidad y sedentarismo en la raíz de muchas enfermedades», asegura. Por otra, forjar una alianza para mejorar la situación de muchos mayores con cronicidad, concurrencia de varias enfermedades, depresión y soledad. «Pongo en duda que las residencias sean el modelo adecuado. Hay que crear servicios y estructuras para que la gente pueda estar en su casa la mayor parte del tiempo. La atención primaria tiene que ser la columna vertebral de un sistema que integre a profesionales de todos los ámbitos. Asistencia social y sanitaria han de ir de la mano. Ahora tenemos un 28 % de población mayor de 65 años, pero en 20 años será el doble», advierte.

 

Juan Sánchez siempre trabajó como médico. De 1983 a 1990 ejerció en Fisterra, de 1990 a 1995 en Ribeira y desde entonces en el centro de salud de A Estrada, del que es jefe de servicio desde el 2008.

El médico dio clases en un máster de Economía hace años y compaginó la medicina con la dirección de una empresa propia de servicios financieros. «Al ser dos cosas tan distintas, la medicina me relajaba del estrés de lo otro», asegura.