Corazón da Artesanía echó el telón en Agolada en una edición intensa y con mucho público

La Voz LALÍN / LA VOZ

AGOLADA

miguel souto

Los dibujos llenaron ayer los pendellos. Eran las obras de los participantes en un taller de Urumo

10 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Corazón da Artesanía se despidió en Agolada después de tres días de intensa actividad y numeroso público. Ayudó el tiempo con una buena temperatura y sin exceso de calor. Ayer por la mañana incluso cayeron unas gotas y a partir de las cuatro, tras la pausa de la comida, el recinto volvió a llenarse de gente.

Los vendedores se mostraron satisfechos con una feria que, dicen, contó con más afluencia de público y crece cada año. La capela das Virtudes dio cobijo a un nutrido grupo que se afanaba en la tarde de ayer en la elaboración de sombreros. Hubo cola en los tornos de alfarería, entre los favoritos de niños y mayores. La Praza do Concello estuvo animada por un aumento de furgonetas de venta de comida y productos varios que animaron la feria al igual que la música, ayer con Cantigas e Agarimos.

La panadería O Gaiteiro de Lalín presentó por primera vez sus galletas florentinas en un envase especial y en el puesto de Galo Celta de David Sueiro se ponían a la venta desde caldo a huevos de gallinas de Mos pasando por hamburguesas de galo de curral. Puestos a los que se sumaron, de la zona los de los caldos cruceños de Castrobrey, las propuestas de Prato-do de Lucas Requejo y los quesos de O Balido y un sinfín de propuestas más.

Por la tarde, los dibujantes del taller de Urumo rellenaban el recinto. Sus obras desplegables fueron después dadas a conocer y se expusieron sobre la piedra donde fueron admirados por los numerosos visitantes.