La alcaldesa de Forcarei, Belén Cachafeiro, demanda a los dos organizadores del Orgullo no Rural

La corporación de Forcarei celebró pleno extraordinario para pedir explicaciones a la alcaldesa sobre lo acontecido la noche anterior a la Festa do Orgullo no Rural con sus dos organizadores, Gustavo Méndez y Víctor Núñez. Unos hechos que nadie explicitó en la sesión, y que no se escucharon en el relato de Méndez y Núñez a Radio Estrada, como demandaba la oposición. Belén Cachafeiro les reprochó que le hubiesen dado total credibilidad a ese testimonio, y Búa cuestionó que no lo contrastasen con la regidora. La socialista Ana Doval recordó que había pedido a Cachafeiro una disculpa con los organizadores de la fiesta para zanjar la cuestión, indicando que «non entramos no relato, xuzgamos que a alcaldesa participe nun feito reprobable», «unha broma pero con total respecto» como según el nacionalista Roberto Correa la calificó la regidora en una emisora de radio.

La alcaldesa negó esa participación: «Nunca estiven presente nin participei en ningún acto homófobo, nin vexación en Forcarei ou fóra. Non participei en ningunha aposta nin firmei papelucho ningún», negando participar en cenas el 16 o 17 de junio. Lamentó el fuerte ataque verbal en el pregón del Orgullo, con faltas de respeto a vecinos, comerciantes, artistas, trabajadores del Concello, al PP y a ella misma. Dijo no tener problema en pedir disculpas si sus palabras molestan a un colectivo, «pero non por palabras ou feitos que falten á verdade», y tras varias semanas en que considera que los organizadores del Orgullo no Rural han intentando dañar su imagen y la de Forcarei «non me deixan máis que presentarlles unha demanda polas gravísimas acusacións que me viñeron decindo e que un mes despois continúan», por lo que los hechos narrados se verán en sede judicial.

«Aí se ve a alcadesa que temos en Forcarei», expresó Gustavo Méndez en una interrupción más en la sesión. Minutos antes, cuando Cachafeiro señalaba que la narración de la pareja sobre lo sucedido el viernes 16 de junio faltaba a la verdad, Núñez se había dirigido a ella indicándole: «Nos humillaron, vostede e os seus operarios». Tras dos advertencias previas, Cachafeiro expulsó a Méndez, y su marido Víctor Núñez lo acompañó: antes de dejar la sala, un morreo, un anuncio de contra-demanda y un grave insulto a los presentes, que tampoco se quedaron cortos en increpar a la pareja, durante y después de la sesión; ni en protestar sonoramente intervenciones de la oposición, en una sesión muy interactiva público-ediles.

Extraña intervención luego del nacionalista Correa: reprochó a la alcaldesa que la expulsión no hubiese llegado ya 15 minutos, y en un curioso giro al debate, planteó si Cachafeiro habría incurrido en abuso de autoridad en caso de haber mandado a un subordinado a avisar a la pareja la noche previa a la fiesta para bajar al bar donde sucedió todo.

Al final se encontró con la petición de dimisión que le planteó un incisivo Vicente Búa, y críticas a su labor en los bomberos al hilo del incendio de Cotobade. Ana Doval no ahorró reproches al polémico pregón del Orgullo, que al igual que la alcaldesa abandonó «cando os organizadores cuestionaron a veciños e hosteleiros», recomendando en su día a los organizadores excusarse. Con este preámbulo, el resultado de la votación sobre que la alcaldesa pidiese disculpas estaba cantado: los 4 votos de la oposición para que así fuese fueron derrotados por el PP: «Neste caso non teño que pedir disculpas de nada, máis que sentir a vergonza de que en Forcarei sucedera todo esto», dijo la regidora. Y apostilló Doval: «Co engadido de que participara o goberno local, e agravara a situación».

María Abilleira (Foro Forcarei) no asistió al pleno que había solicitado con PSOE y BNG, al saber que el gobierno reclamó la presencia en él de «antiguos apoderados e interventores del PP».

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