Los secretos ocultos de la iglesia de Palio

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

MIGUEL SOUTO

Cultura ultima ahora el proyecto de recuperación de las pinturas del templo prerrománico

16 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Varias capas de losas. Con el tiempo el suelo se fue cubriendo una y otra vez de losas; algunas resultaron ser tapas de tumbas que se reaprovecharon. Aparecieron también otras piedras de elementos ya desaparecidos.

Una pequeña talla. Uno de los tejados está coronado con una pequeña talla de piedra, a la que el paso del tiempo y el efecto del agua fue desdibujando los contornos. Es un agnus dei, símbolo del cordero de Dios.

Estilo barroco. El espacio que ocupa la sacristía fue un añadido posterior de la época barroca. Las obras devolvieron a este espacio la cubierta como era en su día, realizada de un modo totalmente tradicional.

Los menos tornillos posibles. Se intentó recuperar el mayor número de elementos posibles y se mimaron los detalles como el de las cerraduras. Los trabajos de carpintería huyeron todo lo posible de los tornillos.

Durante años, un paraguas de chapa cubrió la pequeña iglesia de Palio, en Lalín. Una actuación que no impidió que el tiempo y el agua fuese minando la belleza del que se cree el templo más antiguo de la comarca de Deza y uno de los de Galicia. En 1890 el Obispado hizo desaparecer la parroquia de Palio y la feligresía pasó a depender de Cercio y Rodís. La división no fue efectiva hasta 1901 y en los años 70 en el templo dejó de celebrarse culto.

El paso del tiempo fue haciendo mella en esta pequeña iglesia que sufrió múltiples modificaciones en su estructura desde la primera piedra hasta hoy. Fue también creciendo en dimensiones y eso hace que ahora, en espacio el dedicado a la sacristía sea casi tan grande como el cuerpo central del templo.

Las filtraciones de agua fueron minando la belleza del interior, que seguía guardando todos los elementos del mobiliario. La maleza fue creciendo y adentrarse en el interior cada vez conllevaba un mayor riesgo por la posibilidad de derrumbe de alguna piedra. Un estado que hizo que durante años Palio formase parte de la lista roja de la Asociación Española para la Defensa del Patrimonio Cultural y Natural Hispania Nostra.

El inicio de las obras de rehabilitación por parte de la Consellería de Cultura en noviembre del 2016 la sacó de la lista e inició un rescate que ya es patente. Conla finalización de la primera fase de la obra, el templo recuperó su suelo original, debajo de capas y capas que se fueron superponiendo con el paso del tiempo. Ahondar en ellas consiguió devolver también al templo las dimensiones originales que permiten recuperar las distancias.

La piedra, oscurecida por el paso del tiempo, volvió a sacar los colores y devolvió a la luz elementos ocultos como un agnus dei, una pequeña talla de un cordero en la punta del alero de una parte del tejado, detrás del campanario. La limpieza alrededor del templo descubrió además piedras que aparecieron tiradas y elementos que pertenecieron al templo y que formaban posiblemente alguna columna. También permite admirar la belleza de este enclave con vistas, por la parte de atrás del templo, a un hermoso paisaje y a la ubicación de un antiguo castro.

El templo se desnudó para volver a los orígenes y ahora queda vestirlo. Tras una inversión de 120.000 euros, Cultura sumará otra de unos 93.000 euros destinada a recuperar la belleza de las pinturas del muro del presbiterio, ocultas por una capa de cal.

También se quiere restaurar el retablo. En el momento de ser retiradas, las imágenes recibieron un tratamiento preventivo y todos los elementos se guardan en grandes cajas cerradas. El día de la inauguración, un vecino encontraba en el suelo una vieja moneda. La rehabilitación estuvo dirigida por el arquitecto Luis Fernández.

Azul para decorar. El proyecto de recuperación de las pinturas está en marcha. Están bajo una capa de cal. El arco triunfal es la parte más antigua del templo. Las que están a la vista no se sabe pero se cree que datan de principios del siglo XX, pero las que están encima del arco y bajo el muro del presbiterio fueron datadas en torno a 1500. En varias zonas del arco y el ábside hay otros restos que tendrán que ser estudiados. El templo contaba con tres retablos, el principal, barroco. fotos Miguel Souto