El Concello de Lalín desempolva el proyecto del polígono de Catasós

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

MARCOS MÍGUEZ

Los ediles valorarán el desarrollo de la primera fase en función de la demanda

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno de Lalín desempolva el proyecto del polígono de Catasós y anuncia que valorará el desarrollo de la primera fase del tercer parque empresarial en función de la demanda de las empresas. El concejal de Urbanismo, Nicolás González Casares, afirma que «temos xa constancia de varias compañías que valorarían instalarse alí», entre ellas, dice, una que necesita un mínimo de diez mil metros cuadrados de suelo.

El Concello consultará a asociaciones y entidades empresariales de Galicia a fin de constatar el interés real y la viabilidad de acometer el proyecto.

Aunque la iniciativa se inició mucho antes, el 23 de diciembre de 2008, la junta de gobierno lalinense aprobaba la modificación puntual número 10 del Plan Xeral de Ordenación Municipal que posibilitaría la recalificación como suelo industrial en una zona de 166 hectáreas en Catasós, que generarían 750 metros cuadrados útiles para la instalación de empresas.

Eran los años de la crisis y la demanda de suelo industrial se paralizó. En 2011, José Crespo, entonces alcalde de Lalín, emplazaba a la iniciativa privada a desarrollar Catasós y anunciaba la elaboración de un plan parcial con la superficie que requirieran los empresarios. Se anunciaba la intención de convocar una reunión con empresarios de Lalín y toda Galicia, en colaboración con la AED, dispuestos a promover ellos mismos el suelo empresarial. Una opción que, entendía, agilizaría la tramitación y abarataría costes.

González Casares recuerda que la modificación 10 del PXOM clasificaba los terrenos afectados como suelo urbanizable delimitado de uso industrial y que estaba previsto que la creación de estas nueva zona industrial en Lalín, se desarrollase en una primera fase, en una superficie de 61,22 hectáreas de las 166 totales de terreno. Subrayaba las condiciones que decantaron la elección hacia Catasós y que eran las que ya en su día argumentó Román Rodríguez, que le precedió en el cargo de edil de Urbanismo. Eran la buena ubicación de la zona, junto a la Nacional 525 y la AP-53, las adecuadas condiciones topográficas, la existencia de redes de infraestructura necesarias como eran las de agua, saneamiento o electricidad, entre otras y su adecuada distancia a núcleos de población. En el proyecto, que ahora se retoma, figura una franja de protección de la fraga de Catasós a través de tres colchones, que incluyen una barrera forestal, con más de seis hectáreas de superficie y con una anchura media próxima a los cien metros.

Una barrera de protección para la fraga de Quiroga

González Casares recuerda que en el proyecto el desarrollo del suelo «non inflúe de ningunha maneira na zona da fraga de Quiroga, xa que o ámbito afectado está conformado na súa práctica totalidade por monte baixo». Añade que en él se especifica que no se permitirán actividades o industrias potencialmente contaminantes o cualquier otra que pueda suponer un riesgo.

En su día Román Rodríguez destacaba entre las ventajas que el polígono podría contar con una importante parte logística, para empresas de transporte y distribución, por su buena conexión viaria y la distancia a las principales ciudades gallegas.

Casares subraya que ya tienen constancia de varias empresas que mostraron su interés por disponer de grades parcelas para asentarse o ampliar sus instalaciones. Indica que las necesidades de suelo se verían cubiertas con el desarrollo de esa primera fase «pensada para albergar grandes parcelas, a diferenza do que sucede no de Lalín 2000» que «segue coa súa cuarta fase paralizada». Catasós sería, dice, «máis viable técnicamente, máis ostible a longo prazo e máis barato».