Silleda circunscribe al ámbito local el concurso de ideas para el consistorio

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

rober amado

El BNG insistió en que el traslado costará un millón y Cuíña negó tener ya cifras

28 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el beneplácito de los tres grupos de la corporación, el concurso de ideas para habilitar la actual Casa da Cultura como consistorio en Silleda, dando así cumplimiento al acuerdo favorable en la consulta popular del pasado junio, se circunscribirá a los estudios de arquitectura asentados en el municipio. De esta forma se repite la fórmula empleada para el centro de día residencial, que había suscitado las quejas del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) en Pontevedra. En el pleno ordinario de ayer, el regidor socialista, Manuel Cuíña, daba cuenta del resultado del referendo además de abrir a la opinión del resto de grupos la fórmula para el concurso de ideas.

Cuíña explicó que había mantenido conversaciones con el COAG para encargarse de coordinar ese proceso, que supondría unas tasas de 3.000 euros negociables además de fijarse cuatro premios, con el proyecto de obra como recompensa para el ganador, pero otros tres en metálico, del segundo al cuarto clasificado. Desde un primer momento el BNG mostró su apoyo a un concurso restringido con los estudios de arquitectura silledenses, mientras el PP eludía en principio pronunciarse en espera de concretarse más las propuestas, aunque después, al insistir el regidor en que ya se votaría en ese pleno la decisión, también apoyaron esa opción, la que más gustaba a los propios socialistas aunque Cuíña esperaba nuevas quejas desde el colegio de arquitectos.

Pero la consulta popular generó de nuevo debate por varios motivos. Hubo discrepancias entre PSOE y PSOE sobre si el 27,4 % de participación era satisfactoria, lo que defendió el alcalde resaltando que «non foi mala» y aseguró haber comprobado que otras consultas populares en concellos similares tuvieron menos porcentaje de votantes. Los populares se interesaron por una pegada de carteles que generaron feísmo, además de preguntar por los costes de la consulta y si ya se había pagado a los trabajadores municipales que participaron el día 4 en el proceso de votaciones. También aludieron a que acudió gente con papeletas ya desde casa, así como al elevado porcentaje de abstención y votos en blanco.

Por su parte, el BNG no entró en si era mucha o poca la participación, pero sí considero Matías R. da Torre que la consulta constató que no había preocupación social grande por ese tema. Lamentó de nuevo que no se hubiese avanzado antes datos sobre el coste del traslado y que los resultados «non deixan unha xestión fácil» al gobierno local. Tildó de muy grave que no se hubiese respondido a la alegación presentada por el BNG sobre el proceso del referendo sobre la existencia de una junta electoral permanente, que lo ponía en entredicho e incluso habló de que fue fraudulento por ese motivo. Y también aludió a la pegada de carteles, preguntándose quién los pagó.

El alcalde reconocía en el turno de réplica que había sido el PSOE quien colocó cartelería invitando a dar el sí al traslado del consistorio a la actual Casa da Cultura, formación política que los abona. También incidía en que no se debía haber usado mobiliario urbano, pidiendo disculpas y afirmando que se retiraron dos días después, eso sí, con la consulta popular ya realizada. Dijo que aún no se abonaron las retribuciones a los trabajadores, previsto en la nómina de agosto, y que en breve se darán a conocer todos los costes porque está el interventor de vacaciones.

Manuel Cuíña aseguró que no había sido ético acudir ya con papeletas a votar, que si supiese quién fue se le reprocharía pero que no fue antes de abrirse las mesas electorales, ya que estaban custodiadas en Secretaría. Solo se conoció algún caso en una mesa de Laro y se cree que alguien al abrirse la misma acudió a cogerlas y después las distribuyó. Respecto al coste del traslado, Matías R. da Torre incidió en que podría rondar el millón de euros, considerando que debería haberse dado información a los vecinos sobre el coste, que pudo haber forzado a la participación. Pero el alcalde insistió en que no hay aún ninguna estimación económica del traslado, que generó sonrisas de la oposición.

La pegada de carteles también llevó a debatir sobre la necesidad de contar con una ordenanza y aplicarla, así como habilitar paneles para propaganda.

Bonificación del 95 % para 247 ganaderos

Por unanimidad se ratificó el acuerdo de junta de gobierno local para la bonificación del 95 % en el impuesto de construcciones rústicas para explotaciones agrícolas, ganaderas o forestales. Optaron a ellas 247 productores, una cifra satisfactoria al final tras recibirse pocas peticiones en un inicio. Se esperan más en el 2018.

Unanimidad para elaborar un plan de movilidad sostenible de los dos cascos urbanos

La moción del BNG para promover el estudio de un plan de movilidad sustentable en Silleda y A Bandeira, que incluye desde habilitar zonas a 30 kilómetros por hora a nuevos aparcamientos, entre otras medidas de partida, logró el apoyo unánime de los tres grupos. Eso sí, tanto PP como PSOE incidieron en que discrepaban de alguna de las actuaciones planteadas, pero que si se consideraban como meramente orientativas para su análisis por esa comisión plural donde se evalúe la humanización de los dos cascos urbanos. Manuel Cuíña incluso recordó que ya hay iniciativas en esa línea, como la adhesión a la Cidade dos Nenos en marzo del pasado año, así como gestiones con solares privados para aparcamiento.

Donde no encontró apoyo Matías R. da Torre fue en su moción para declarar a Silleda como concello libre de eucaliptos, insistiendo tanto PP como PSOE en que la Policía Local no debían vigilar la existencia de plantaciones en lugares no permitidos, que corresponde a personal de la Xunta. Incluso Cuíña mostró la disposición de su grupo a aprobarla si se retiraba ese aspecto, pero al final la moción quedó desestimada.