La oposición de Silleda quiso aprovechar ayer el primer pleno presidido por Paula Fernández Pena para reivindicar cuestiones como la necesidad de controlar las obras, apuntada por el PP, o las protestas por el supuesto desconocimiento de la regidora de las necesidades que plantean los vecinos, como apuntaba el Bloque. El PP quiso escenificar sus demandas sacando su portavoz, Ignacio Maril, un trozo de farola que colocó en la mesa de la alcaldesa como prueba de que, dijo, la empresa adjudicataria que lleva a cabo el cambio de las luminarias se deshace de cualquier manera de las bombillas y de las partes de las farolas que desecha.
En el pleno se aprobaron las bases que regulan las subvenciones para colectivos y las ayudas para el empleo. La aprobación de las destinadas financiar las actividades de promoción social y vecinal contaron con la abstención de los populares que pidieron que los 15.000 euros en los que se reduce la partida de las nominativas se destinen a engrosar las destinadas a los colectivos sociales y/o vecinales. Una propuesta que fue desechada por el gobierno. El BNG se abstuvo en la votación de las ayudas nominativas. Se aprobó la delegación en el ORAL de la gestión tributaria y el impuesto de vehículos con el voto en contra del BNG que pidió recuperar la gestión municipal. Se aprobó la mejora y humanización de la avenida ferial y la calle Arturo Pérez Lázara con la abstención del PP y no salió adelante la modificación puntual del PXOM que pretendía la descatalogación del edificio del actual consistorio. El BNG se abstuvo y el PP votó en contra. El gobierno socialista argumentó que la petición no teñía que ver con las demandas de Patrimonio y el PP incidió en los problemas de la obra apuntados por la Xunta.