Vila de Cruces agotó ayer en alrededor de hora y media el producto en una degustación de la Festa do Chourizo que contó con una notable afluencia de público. El concejal de Cultura, Julio López, destacaba las buenas condiciones meteorológicas en una jornada con sol y buena temperatura, que unido a la coincidencia de la fecha en sábado, hizo que la feria estuviese animada.
Se sirvieron en torno a 70 kilogramos de chorizo que, apunta, «son unhas 800 unidades», a lo que se sumaron «entre 80 e 90 litros de viño e 40 quilos de pan». Los gaiteiros de la agrupación A Brincadeira de Carbia se animaron de animar la fiesta.
Julio López comentó que «agotouse todo, todo, non quedou nada e iso que en previsión de que uudera haber máis xente pedimos máis cantidade». Tampoco dio abasto a hacer filloas á pedra, Molina, habitual en estas lides y en este evento que ayer llegó a su edición número 31. El edil explicaba que «menos mal que el xa trae filloas feitas porque se tivera que facelas todas onte, non daría abasto a servir á xente, e aínda así...». El día , comentó Julio López, «foi perfecto, non pedido por encarga». El buen tiempo permitió también al concello ahorrarse en esta ocasión la carpa y a vecinos y visitantes disfrutar de la comida y el sol.