España se suma al avión espía de la OTAN y da alas a la base gallega

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La inversión rondaría los 250 millones y daría cabida a 7.000 militares

31 mar 2012 . Actualizado a las 11:51 h.

El Ministerio de Defensa acaba de dar un paso clave para la localización de una base de aviones no tripulados en el municipio ourensano de Trasmiras.

Según confirmaron ayer a La Voz fuentes del Ministerio De Defensa, la fuerzas armadas españolas han firmado un acuerdo con la OTAN para integrase en el programa Alliance Ground Surveillance (AGS) o lo que es lo mismo, Alianza de Vigilancia del Suelo, por sus siglas en inglés que, en la práctica, y según fuentes consultadas del Ejército del Aire, supone un paso de gigante para que Galicia se convierta en la segunda plataforma europea de pruebas, junto a la base italiana de Sigonella.

Defensa explica que la decisión se tomó el pasado mes de febrero y no ha sido comunicada oficialmente «porque todavía no está definido nuestro grado de participación». Esta falta de concreción obedece al fuerte recorte presupuestario que, al menos durante este año, limitará el papel de España a la de socio de segunda fila, aunque con derecho a utilización de horas de vuelo.

Información clasificada

¿Por qué es importante este movimiento? Según fuentes del Ejército del Aire consultadas, el ministerio era conocedor del interés mostrado por Estados Unidos para instalar en España una gran base de operaciones para sus aviones no tripulados, que serviría también de plataforma para las aeronaves del programa AGS de la OTAN.

Esos planes pasarían incluso por sustituir en un futuro, probablemente a partir del 2015, la base de Sigonella por la nueva ubicación española, debido a los problemas de saturación de tráfico aéreo de la base italiana ocupada por la Armada estadounidense. El Ministerio de Defensa guarda silencio al respecto y desvincula la entrada de España en el programa AGS de la instalación de una base en España. «Sobre eso no damos información», dice.

El proyecto que tiene sus coordenadas sobre la base de de Trasmiras cuenta, además, con el visto bueno determinante del fabricante de estos aparatos, la firma estadounidense Northrop Grumman, que ya ha revisado y evaluado las características técnicas de la ubicación.

Un proyecto de alcance

Este proyecto requiere la construcción de una gran base, con una amplia pista de despegue y un centro de mando para procesar la información facilitada por las aeronaves no tripuladas, también denominadas drones.

El importe de su construcción está estimado en más de 250 millones de euros y estaría sufragado por los socios del proyecto y por las compañías privadas implicadas y, según fuentes no oficiales, la habilitación de la base podría suponer la llegada a la región de unos 7.000 militares de la Alianza Atlántica.

Recientemente se confirmaba que la OTAN gastará en los próximos años más de 3.000 millones de euros en comprar y operar cinco aviones espía no tripulados global hawk, fabricados por la compañía estadounidense Northrop Grumman, inicialmente desde la saturada base de Sigonella y que serán utilizados en un programa de vigilancia terrestre. Los primeros drones comenzarán a operar en el 2015, pero el sistema no tendrá capacidad plena hasta el 2017.

Defensa firmó en febrero un acuerdo para integrarse en el programa AGS

La OTAN gastará 3.000 millones en la compra de cinco aviones

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