El FROB se refugia en una frase ambigua para no dar detalles de la venta de NCG

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Solo dice que el banco será para la oferta «sustancialmente más favorable», sin concretar cómo medirá las propuestas

21 nov 2013 . Actualizado a las 09:38 h.

Novagalicia (o NCG) tendrá nuevo dueño entre finales de diciembre e inicios de enero. Pero lo que suceda hasta que se produzca esa adjudicación se cocerá de puertas adentro. Ni rastro del «proceso transparente» que ha defendido el Ministerio de Economía, uno de los gestores del FROB, junto al Banco de España. El fondo de rescate bancario se ampara en la confidencialidad del proceso de venta para no desvelar ni las condiciones que se pedirán a los hipotéticos compradores ni, sobre todo, qué factores primarán para entregar la entidad a una u otra candidatura.

El FROB se refugia en una frase ciertamente ambigua, que tampoco fuentes financieras son capaces de descifrar: el 13 de diciembre NCG será para quien presente una propuesta «sustancialmente más favorable que el resto». ¿Y cómo se mide eso? ¿Hay algún parámetro definido previamente? Ni en el FROB ni en otras fuentes cercanas al proceso hay explicación alguna. En todo caso, si ese día 13 no se decanta el dueño por ninguna oferta, abrirá una segunda ronda con tres finalistas. De nuevo, los criterios para esa clasificación siguen sin estar claros. «Los conocerán los participantes, pero no se harán públicos, es lo normal en estos casos», apuntan fuentes del mercado. Ciertamente, así ha sido siempre, en las seis subastas previas (CCM, Caja Sur, CAM, Banco de Valencia y Gallego).

Contrasta, en todo caso, con lo que declaró hace apenas tres semanas, en el Senado, el secretario de Estado de Economía: «El proceso es competitivo, está sujeto a todas las reglas de transparencia que el mismo exige, e igualdad de condiciones para todos los potenciales interesados en adquirir la sociedad». A Fernando Jiménez Latorre lo interrogaba un senador socialista sobre el proceso de privatización de Novagalicia, deslizando la idea que de el proceso puede acabar en una adjudicación dudosa: «Me hace [el senador] unas preguntas sobre condiciones de venta y hace una serie de calificaciones que, por supuesto, no puedo aceptar: sobre el regalo de esta entidad a quien quiera, falta de transparencia? En fin, ni muchísimo menos».

El precio, «lo más importante»

A la privatización de Novagalicia le quedan cuatro semanas clave, ahora sí. El Ministerio de Economía mantiene que el precio será «lo más importante», aunque en el entorno gubernamental ya no se habla de los millones que insinuó el director del FROB al apuntar que con Novagalicia esperaban recuperar lo mismo que con Evo Banco, vendido por 60 millones, el 55 % de su valor en libros. Trasladado ese porcentaje a NCG, el resultado serían 1.500 millones.

En todo caso, el propio Jiménez Latorre, en una conferencia ayer en Madrid, admitió que no descarta dar ayudas al comprador para incentivar la puja. «No hay nada descartado», apuntó. «La decisión que se tome será la más interesante para el contribuyente», agregó. Novagalicia ha recibido, desde diciembre del 2010, casi 9.000 millones en dinero público, en tres oleadas diferentes. Esos nuevos flotadores podrían ir a través de los llamados EPA, un escudo contra futuras pérdidas; o bonificaciones a través de créditos fiscales, que el Gobierno regulará en unos días.