La Policía destapa una red de venta de marisco furtivo en depuradoras

Javier Romero Doniz
Javier Romero RIBEIRA / LA VOZ

ECONOMÍA

<span lang= es-es >Inspecciones</span>. El 10 de junio agentes de la Policía Autonómica, acompañados de Gardacostas de Galicia, realizaron varias inspecciones en el ayuntamiento de Boiro. Primero actuaron en el polígono industrial de esta localidad, en donde revisaron varios camiones (en la imagen). Luego, en la zona de Cabo de Cruz, entraron en las dos depuradoras que están investigadas para saber si sus sospechas eran ciertas.
Inspecciones. El 10 de junio agentes de la Policía Autonómica, acompañados de Gardacostas de Galicia, realizaron varias inspecciones en el ayuntamiento de Boiro. Primero actuaron en el polígono industrial de esta localidad, en donde revisaron varios camiones (en la imagen). Luego, en la zona de Cabo de Cruz, entraron en las dos depuradoras que están investigadas para saber si sus sospechas eran ciertas. MÓNICA FERREIRÓS< / span>

Agentes autonómicos señalan a dos empresas de Boiro por comprar bivalvo a mariscadores ilegales para «blanquearlo» manipulando los libros de registro

02 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Comprar el marisco que los furtivos esquilman en las playas para luego venderlo como mercancía obtenida de forma legal, y cumpliendo todas las obligaciones fiscales, es la acusación principal que pesa sobre dos depuradoras localizadas en Cabo de Cruz, una pequeña península del municipio coruñés de Boiro. Los agentes de la Policía Autonómica realizaron diferentes inspecciones a estas firmas el pasado 10 de junio, después de meses de sigilosa investigación. Esta se originó tras comprobar cómo las denuncias contra los mariscadores ilegales se disparaban en primavera.

El seguimiento iniciado por estos agentes de la Policía Nacional, personal adscrito a la Xunta de Galicia, les permite asegurar que estas depuradoras compran el bivalvo a numerosos furtivos que, luego, «blanquean» colocándolo en el mercado tras manipular tanto los libros de registro de la mercancía que se vende en dichas instalaciones, como los albaranes que se colocan en cada caja de marisco que los camiones distribuyen, principalmente, en Galicia.

«Del estudio de la documentación obtenida en todos los dispositivos realizados, de los informes elaborados por el Servicio de Inspección Veterinaria y tras comparar los albaranes de la empresa de transporte con los libros de registro de las depuradoras, en el mes de mayo se llega a la conclusión de que existe una diferencia en los kilogramos reflejados, es decir, que aparecen más kilogramos en los albaranes de la empresa de transporte que los que constan como salidas en los libros de registro», explican los agentes en las diligencias, que ya están en manos del Juzgado de Ribeira, que ahora tendrá que instruir el caso, y, si lo considera, solicitar una ampliación de la investigación realizada hasta ahora.

La Policía añade en su informe, de hace unas semanas, que «esta diferencia en los kilogramos evidencia que en cada envío se produce una mezcla de marisco, es decir, que se mezcla el adquirido legalmente por las depuradoras con otro procedente de cauces fuera de lo legal». Y así es como supuestamente terminaba llegando al mercado.

Un capítulo más

La situación histórica que se vive en Cabo de Cruz con los furtivos va a más. Basta con decir que la propia Policía Autonómica considera -y así lo refleja en su informe- que es la zona con mayor actividad de marisqueo ilegal de Galicia. Desde que comenzó el 2014 se han tramitado unas 1.500 denuncias contra estos individuos que arrasan las playas a diario.