Citroën reduce producción y empleo eventual para no tocar la plantilla fija

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

La planta gallega fabricará 26.000 unidades menos de las previstas este año

16 mar 2015 . Actualizado a las 11:37 h.

La mayoría de los fabricantes de coches instalados en España están contentos. Según la última encuesta de población activa, el sector ha generado 6.000 empleos en los últimos dos años, con Renault (Valladolid), Opel (Zaragoza), Ford (Valencia), Seat (Barcelona) y sobre todo, PSA Peugeot Citroën en Vigo tirando de la contratación. La factoría gallega creó más de 1.000 puestos eventuales para su plan de lanzamientos 2012-2013. La mala noticia es que, de ese millar de empleados, apenas se mantienen a día de hoy alrededor de 300, de los cuales solo un centenar seguirán trabajando hasta final de año. «Las previsiones de ventas no se han cumplido, no estamos bien, porque los coches que fabricamos no están funcionando en el mercado», afirman fuentes del comité de empresa.

No hay trabajo para todos

a plantilla de la factoría gallega está ahora en 6.500 trabajadores (llegó a tener 10.000 en el año 2007) y, según el plan de pedidos para los próximos cuatro meses, ni prescindiendo de todos los eventuales habrá carga de trabajo para todos. De momento, la dirección ha optado por parar la producción (dos días en septiembre y una semana de octubre) para evitar acumular vehículos en stock. Pero no es suficiente, porque el calendario de trabajo marcado a principios de año se hizo sobre la previsión de fabricación de 406.000 coches y al final serán 380.000, o quizás un poco menos. Antes del paréntesis vacacional, la dirección de Citroën ya adelantó a los trabajadores que cabía la posibilidad de una reducción del ritmo de producción de vehículos, en especial, del último modelo lanzado en Vigo, el nuevo monovolumen Citroën C4 Picasso, que bajaría de las 40 unidades por hora hasta un número que garantice su rentabilidad. El problema, además de la supresión de empleo temporal, es que habrá trabajadores que tendrán una jornada de no más de cuatro horas, lo que se traducirá en salarios de poco más de 500 euros al mes. Los representantes de la plantilla esperan la inminente convocatoria a una reunión con la dirección para conocer el calendario de trabajo de la multinacional de aquí a final de año.

Lucha por un nuevo modelo

Aunque más que los próximos cuatro meses, lo que más preocupa a los empleados es el futuro inmediato de la factoría que tendrá que aguantar hasta el 2018 con los actuales modelos que tiene asignados. Para esa fecha la planta gallega debería de estar lanzando en exclusiva para todo el mundo una nueva gama de vehículos comerciales. «Pero ese proyecto aún no está ganado, y hay fábricas en el grupo, como la de Trnava, en Chequia, que se está convirtiendo en un duro rival», explican fuentes sindicales. Contar con ese modelo de furgoneta supondría despejar el futuro de la planta de Vigo, porque el grupo prevé una demanda de 250.000 unidades al año. Habrá que esperar a finales de este año para conocer la decisión del grupo francés. Mientras, los esfuerzos de sindicatos y dirección se centrarán en evitar tocar el empleo fijo, una medida inédita en la factoría que, hasta ahora, siempre ha superado las crisis y bajadas de producción con medidas de flexibilidad como las que se están aplicando.

Cuatro años inciertos

¿Qué pasará si Vigo no recibe un nuevo modelo para el 2018? Y aún así, ¿cómo va a aguantar la factoría hasta esa fecha, si los tres modelos lanzados en los dos últimos años (los sedanes Peugeot 301 y Citroën C-Elysée; y el monovolumen C4 Picasso), con los que se suponía que iba a alcanzar cifras récord de producción, no funcionan en el mercado? La preocupación es grande, sobre todo porque existe la posibilidad de que tanto el Peugeot 301 como el C-Elysée dejen de producirse en Vigo antes de lo previsto, por su baja rentabilidad.