El instituto autonómico que controla las biotoxinas está haciendo 35 análisis a diario

La Voz

ECONOMÍA

23 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El mejillón que se produce en las bateas gallegas tiene que pasar por varios filtros para garantizar sus buenas condiciones sanitarias. El primer control depende de un instituto autonómico llamado Intecmar y ubicado en Vilaxón. Este centro se encarga de controlar las biotoxinas. ¿Cómo lo hace? Su directora, Covadonga Salgado, explicaba ayer que se efectúan dos tipos de controles. Por una parte, con carácter semanal, se extraen muestras de agua de distintos puntos de la rías (denominados estaciones oceanográficas). Estos muestreos permiten tener una visión general de cómo está el mar; desde comprobar su salinidad a controlar las biotoxinas.

Más allá de eso, y sobre todo en cuanto empieza a detectarse que sube el nivel de células con toxina en las rías, se extraen muestras de mejillón de las bateas y se analizan. Es difícil decir cuántos controles se hacen en cada zona de cultivo -las bateas están distribuidas en polígonos-. Pero, actualmente, en una situación muy crítica porque casi no se puede extraer bivalvo por toxina, se hacen unos 35 a diario.

Una vez recogidas las muestras pasan más de 24 horas hasta que se obtienen los resultados, tanto si se hace por el método químico como por el del bioensayo -con ratones-. Llegado a este punto, la pregunta es clara: ¿Es posible que en esas horas de diferencia, entre que se sacan las muestras y se obtienen los resultados, se saque mejillón del mar que finalmente se detecta que tiene toxina? Sí, es posible. Pero para eso está estipulado que cada vez que se decreta el cierre de un polígono de bateas «se miran los registros del mejillón sacado en las últimas 24 horas y se analiza todo ese bivalvo».

Además, este no es el único control que debe pasar el mejillón gallego. Depuradores y demás comercializadores tienen que analizarlo antes de ponerlo en el mercado.