¿Es posible trabajar solo tres días?

laura g. del valle / r. s. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Patronal, sindicatos, una doctora, una psicóloga y un experto en mercado laboral ven luces y sombras en la sugerencia del magnate Carlos Slim

23 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

¿Cuántas veces ha deseado estirar el fin de semana hasta el lunes cuando suena el despertador? El hombre más rico del mundo no solo propone tener puente todas las semanas, sino acueducto. La tesis que se basa en que los índices de paro serían más bajos si la jornada laboral se redujera a trabajar tres días a la semana durante once horas cada uno, ha hecho soñar despiertos a muchos. Para el mexicano, la solución de la producción y la felicidad no es otra que trabajar menos. Y, ojo, habla de no modificar los salarios.

En España, la mayoría de trabajadores fichan de lunes a viernes, 8 horas al día. ¿Estamos preparados para tener más días de tiempo libre que de vida laboral? ¿Serían las empresas igual de productivas con esta medida? ¿Cómo repercutiría en el salario de un trabajador?

Ante esta posibilidad, expertos en diferentes áreas ofrecen sus puntos de vista, abriendo así un debate sobre si la jornada de 40 horas semanales que establecen los convenios españoles es mejor opción que lo que propone Carlos Slim. Julián Valiente, de CC.OO. en Galicia, es tajante: «En España es inviable. Casi todo el mundo trabaja más horas de lo que establece su contrato, ¿cómo iban a asumir los empresarios esta reducción?». Jordi García Viña, director de Relaciones Laborales de la CEOE, en cambio, no piensa que sea un reto extraordinario. «En España la legislación ya permite que haya jornadas de 12 horas», señala.

Según Slim, si se trabajara tres días la producción aumentaría, por lo que podrían mantenerse los salarios. Iván Vizcaíno, profesor de Derecho del Trabajo en la facultad de Relaciones Laborales de A Coruña, no cree que las compañías españolas lleguen a pasar por el aro: «En España, que un empresario mantenga el salario de un trabajador que permanece menos tiempo en el lugar de trabajo no parece previsible, especialmente entre las pymes. Es probable que si trabajamos menos, tiendan a pagarnos menos, visto que en España los salarios no están ligados a la productividad».

La psicóloga Elena Cereceda es más optimista y reconoce que esta medida puede resultar beneficiosa según el puesto que se desempeñe. «Es recomendable para las personas que realizan mucho esfuerzo físico o mental en su trabajo que tengan una cantidad proporcional de tiempo de ocio y de actividad laboral». Secunda la tesis del multimillonario cuando afirma que, de esta manera, se verían reducidos los niveles de ansiedad y de estrés del trabajador.

Natalia Marrero, cirujana de urología, cree que es difícil retener la concentración durante 11 horas en la mayoría de trabajos y alega: «En mi profesión esta jornada no me beneficiaría porque no podría realizar un seguimiento exhaustivo del paciente».

Slim, el primero de la prestigiosa lista Forbes no ha implantado esta jornada laboral en ninguna de sus empresas, lo que hace desconfiar de la efectividad de su propuesta. «Lanzar la piedra y luego esperar a que el esfuerzo creativo lo realicen otros no parece la actitud de un visionario», comenta Vizcaíno y añade: «Las mayores necesidades de personal para atender las 7 horas de reducción horaria (de 40 horas a 33) y el incremento del tiempo que el negocio debe permanecer abierto con independencia del volumen de beneficios, puede lesionar gravemente los intereses de los pequeños empresarios».

Desde la patronal, García Viña cree que, «se fomenta la flexibilidad de las jornadas y un sistema de adaptabilidad a las necesidades». Augura que este tipo de jornadas tendrán un próspero futuro en sectores como la hostelería.