Las quejas por la supresión de la onda corta de Radio Exterior llegan a Rajoy

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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Anuncio. El cese de las emisiones fue anunciado en la web de RTVE, pero el personal embarcado se enteró por el silencio en la frecuencia .< / span>

Piden la reposición de un servicio «vital» para los marineros embarcados

22 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las quejas por la supresión de las emisiones en onda corta de Radio Exterior de España han alcanzado ya la categoría de clamor. Decenas de correos de protesta a título particular en la cuenta de la emisora, comunicados de prensa de asociaciones, lamentos en las redes sociales, iniciativas parlamentarias e, incluso, cartas dirigidas al presidente del Gobierno... Todo, para pedir la reposición de las emisiones analógicas de un servicio que permitía estar informados a miles de ciudadanos españoles desperdigados por el mundo.

Si hay un colectivo indignado por la supresión de las emisiones en onda corta, esos son los marineros, pese a no ser los únicos afectados. Y es que para los tripulantes de las embarcaciones de altura y gran altura, ese servicio era la única vía que tenían para estar informados durante el tiempo que permanecían en alta mar, que en algunos casos, como los palangreros que operan en el Índico o el Pacífico, pueden llegar a cinco o seis meses. Por tanto, ese silencio que ahora escuchan en la frecuencia en la que antes llegaban noticias de España, informativos en gallego e, incluso, resultados de fútbol hasta de las últimas divisiones supone «la incomunicación total», explica Joaquín Cadilla, presidente de la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu).

La agrupación de Cadilla pretende coordinarse con oenegés y organizaciones de voluntarios, cooperantes y emigrantes que también se nutrían informativamente del servicio que RTVE ha decidido suprimir en aras de la modernización. Porque la supresión de las emisiones en onda corta no significa que se cierre el servicio. Este podrá seguir recibiéndose a través del satélite, la TDT e Internet, «pero no tienen en cuenta que en la mayoría de los puntos del mundo en los que trabajan marineros y voluntarios no hay conexión a Internet ni llega la fibra óptica». Y en el caso de hacerlo, «el precio es desorbitado».

LLamadas quincenales

Así que, o se repone el servicio, o volverán los tiempos en los que habrá que esperar a que el marinero llame a su familia -que suele ser una vez cada quince días, apuntan desde el sector- para saber si Teresa Romero se curó del ébola o si el Barça venció al Madrid.

Puede parecer una nimiedad para quien está en tierra sometido a la sobreinformación, pero es de vital importancia para quien está aislado en medio del océano. Enmudecer la radio es como ahondar en ese aislamiento cerrando la ventana a los acontecimientos cotidianos.

Esa sensación de destierro es lo que ha intentado trasladar el presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), Javier Touza, a Mariano Rajoy, al que han expuesto su queja por la supresión del servicio y al que apelan para que sea reestablecido, una «petición unánime de todos los tripulantes de la flota pesquera de altura y gran altura y, en general, de todos los tripulantes españoles que surcan los mares del mundo». Es más, Arvi sostiene que es «deber como país garantizar a los marineros en caladeros lejanos ese cordon umbilical que representan las emisiones de Radio Exterior de España en onda corta, por lo que solicita su urgente restablecimiento.

El clamor ha llegado también al Congreso, donde la diputada del Bloque Olaia Fernández ha presentado una proposición no de ley en la que insta al Gobierno a mantener el servicio de onda corta de Radio Exterior de España «por ser un servicio público de gran importancia para las flotas pesqueras que desarrollan su actividad en caladeros extranjeros y por constituir una vía de comunicación para la emigración en general».