Pescanova entrega al fin a los accionistas las pruebas de su desfase contable

m. s. d. vigo / la voz

ECONOMÍA

Los asistentes a la junta de mañana votarán la retirada del derecho a voto al grupo Damm y al fondo de inversión Luxempart

26 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los accionistas minoritarios de Pescanova no ocultaban ayer su indignación ante las pruebas de los desfases contables que acaban de llegar a sus manos, con casi año y medio de retraso.

Conocían que la compañía llegó a ocultar una deuda cuatro veces mayor de la que declaraba por los medios de comunicación que tuvieron acceso al informe forense encargado a KPMG en julio del 2013, con Pescanova ya en concurso de acreedores. Pero la junta extraordinaria de accionistas que se celebrará mañana (en segunda convocatoria) por mandato judicial (a petición del fondo Cartesian) ha puesto a su disposición los más de 350 folios del minucioso informe que destapó graves irregularidades, por las que hay una veintena de imputados en la Audiencia Nacional.

«Conocíamos el gran desfase de deuda que había entre los 1.522 millones reconocidos en septiembre del 2012 y los 2.500 millones registrados en el CIRBE en el momento en que saltó el escándalo de las cuentas en marzo del 2013. Pero desconocíamos por completo que esa situación se remontase como poco a nada menos que el 2009», se escandalizaban ayer fuentes de la asociación que representa a los minoritarios.

Veto a Damm y Luxempart

Además de conocer el informe de KPMG, el texto íntegro del convenio de acreedores, aprobado en mayo de este año, y el plan de viabilidad del grupo, los accionistas de Pescanova convocados a la junta de mañana votarán la retirada del derecho a voto al grupo Damm y al fondo de inversión Luxempart, algo que Pescanova propone pasar por alto, al considerar que ya no existe conflicto de intereses tras haber renunciado a su propuesta de convenio y abandonar el consejo de administración, aunque siguen siendo accionistas.

La compañía planteará a los accionista adelantar al 30 de noviembre el cierre del presente ejercicio, para evitar el impacto de la nueva reforma fiscal sobre las cuentas de la compañía, que arrojan unos beneficios de más de 1.700 millones, por la aprobación del convenio y la quita del 70 % de la deuda acreedora.