«Navantia es capaz de adaptarse a la nueva tecnología requerida pese a no tener experiencia»

La Voz

ECONOMÍA

19 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Álvaro Martínez Palacio, director de operaciones del proyecto Wikinger, no ocultaba ayer su satisfacción: «Es una fecha muy importante, y para mucha gente». Con la rúbrica del encargo de los jackets y la subestación eléctrica a Navantia -y ya materializados otros pedidos con suministradores- se abre una nueva fase, la de fabricación, que culminará totalmente en un plazo de 20 meses, ya que será a partir del 2016 cuando se procederá a la instalación de los componentes en aguas del Mar Báltico.

Iberdrola es consciente de que su encargo supone la apertura a un nuevo segmento de mercado a Navantia. Además, aunque la eléctrica ya cuenta con experiencia en la eólica marina (inauguró el pasado octubre en el Reino Unido su primer parque eólico off-shore), el proyecto Wikinger implica «una tecnología más evolucionada». Pese a ello, Martínez Palacio no tiene duda: «Las instalaciones de Navantia son capaces de adaptarse a estas nuevas tecnologías aunque no cuenten con experiencia».

Iberdrola comenzó a gestar la inversión en el parque alemán en el 2010, con los primeros estudios del emplazamiento y los trabajos preliminares de ingeniería, aunque no fue hasta tres años más tarde cuando inició los contactos con los posibles suministradores, entre ellos Navantia. «Queríamos que conocieran nuestros diseños y todos lo que necesitábamos y hoy [por ayer] hemos culminado esos contactos con la formalización del contrato, que supone una apuesta importantísima para nosotros», afirma.

Tanto Iberdrola como la empresa pública subrayaron ayer que el pedido abre la puerta para otros posibles encargos, aunque Álvaro Martínez Palacio asegura que ahora toca «centrarse mucho en este programa, que tiene una magnitud muy grande». Sin embargo, admite que Iberdrola «cuenta con una cartera de proyectos, de forma que la experiencia que se vaya a coger con este parque va a ser muy importante para los futuros».

Además, subraya en el impacto positivo que tiene el acuerdo no solo para Navantia, sino en el tejido de la comarca, que también prestará servicios y obras auxiliares al astillero y a Windar.