Alcoa confirma al fin que peleará por conservar A Coruña y Avilés

m. g. balseiro / f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La multinacional acudirá a la subasta para lograr energía más barata

20 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La multinacional Alcoa confirmó ayer tarde, al fin, que acudirá a la segunda subasta eléctrica que ha convocado el Gobierno para los próximos días 22 y 23, con la intención de conseguir los servicios de interrumpibilidad que necesitan sus plantas de producción de aluminio primario en España, las gallegas de San Cibrao y A Coruña, y la asturiana de Avilés, estas dos últimas amenazadas de cierre tras la primera subasta realizada en noviembre, al quedarse sin megavatios bonificados con los que producir a precios competitivos. Están en juego 800 puestos de trabajo directos.

La multinacional del aluminio convocó por sorpresa a los presidentes y secretarios de los comités de empresa de A Coruña y Avilés a una reunión que se celebró a primera hora de la tarde de ayer en la fábrica de San Cibrao, en A Mariña. Allí, la dirección en Madrid, a través de videoconferencia, les anunció que pujará aunque las reglas establecidas para esta subasta extraordinaria no contemplan la adquisición de paquetes de 90 megavatios, «que nos situaría en mejor posición de conseguir niveles viables de competitividad», explicaron desde Alcoa. A Coruña y Avilés necesitan cada una de ellas un paquete de 90 megavatios, y la mariñana completar con un cuarto paquete la energía bonificada que consiguió en la puja anterior. En esta ocasión todos los paquetes ofertados serán de 5 megavatios.

«Ofertaremos para obtener servicios de interrumpibilidad que permitan mantener las instalaciones operativas», apuntaron desde Alcoa. Aunque la compañía advirtió también que desconocer el número de megavatios que se pondrá en venta en esta subasta extraordinaria y los participantes «hace más difícil diseñar una estrategia de puja que sea eficaz» y complica conseguir el objetivo.

Una estrategia confidencial

Sin embargo, la compañía reconoce que sí van a la puja, que tendrá lugar en el Palacio de Congresos de Zaragoza -la primera fue en Madrid-, con una estrategia más o menos definida. Las líneas principales se las explicaron ayer a los representantes sindicales, aunque es información confidencial que, por tanto, no trascendió. Aunque viajaron a San Cibrao con la intención de escuchar lo que tuviera que decirles la dirección de la multinacional, los representantes sindicales de la factoría de A Coruña se fueron antes de conectar con Madrid. Nazario Arias, presidente del comité coruñés, explicó que se molestaron cuando les avanzaron que tendrían que guardar el secreto sobre lo que iban a oír. Tampoco les gustó saber que el abogado de la compañía, perteneciente a un poderoso bufete de Chicago, había presentado un escrito en el Ministerio de Trabajo para justificar la no constitución oficial de la mesa negociadora del expediente de despido colectivo. La empresa quiere que las negociaciones con los comités de A Coruña y Avilés sean una sola, pero los sindicalista reclaman dos procesos paralelos, pero diferentes, porque se trata, argumentan, de dos centros de trabajo independientes, recién segregados, de hecho.