Minoritarios de Martinsa perderán los 140 millones atrapados en bolsa

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MIGUEL RIOPA

Hay inversores que se ofrecen a comprar deuda con descuentos de más del 95 %

04 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras el corralito, llegó la liquidación. Los miles de accionistas minoritarios de Martinsa-Fadesa, que llevan más de seis años con sus inversiones atrapadas en bolsa por la suspensión de la acción decretada el mismo día en que la empresa anunció su entrada en concurso -esto es, desde el 14 de julio del 2008-, han recibido ahora la confirmación de que perderán todo el dinero que en su día apostaron al éxito de la inmobiliaria. Porque serán, como fija la ley, los últimos en cobrar. Y dado que la deuda de la compañía duplica de largo el valor estimado de sus bienes, los expertos no albergan ninguna esperanza de que, una vez resarcidos los acreedores, quede dinero para compensar a los pequeños inversores.

«Teniendo en cuenta que hablamos de un pasivo de más de 6.000 millones de euros en liquidación, con los deterioros correspondientes a los activos, la posibilidad de que los accionistas recuperen algo de sus inversiones es inexistente», setencia rotundo Juan Carlos Rodríguez Maseda, socio director de Dictum Galicia, que remarca que si los activos de la compañía fuesen atractivos y existiese la posibilidad de hacerlos líquidos a corto plazo la banca no hubiese dejado pasar la oportunidad de acogerse a la modificación del plan de pagos propuesta por la dirección de Martinsa, que incluía la dación en pago de bienes a cambio de deuda.

Los pequeños accionistas verán así esfumarse los 140 millones de euros a los que ascendía su inversión el día en que los títulos de la inmobiliaria quedaron congelados. Controlaban entonces el 20,6 % del capital de la firma, que en julio del 2008 valía en bolsa más de 680,3 millones de euros, a razón de 7,3 euros la acción. Un precio hoy impensable para un valor inmobiliario, pero que permanece inalterado porque desde entonces no se intercambian títulos. Al menos, en el mercado ordinario. Si hubo alguna operación, tuvo que realizarse en el conocido como mercado gris, bien a través de la entidad depositaria, bien buscando un comprador interesado. Transacciones que se realizan a precios de derribo -hay inversores que ofrecen paquetes de 150 acciones por tres euros, cuando según el último cambio oficial valdrían más de mil-, principalmente con el objetivo de librarse de las comisiones que les cargan por la custodia de los títulos.

Acciones de responsabilidad

Una de las pocas vías que tendrían los pequeños accionistas para recuperar parte de su inversión, explican los expertos, sería emprender acciones de responsabilidad contra los administradores de la compañía. Aunque para ello tendrían que esperar hasta que se diese carpetazo al proceso de liquidación, que prevén que sea especialmente largo, de varios años, por la dificultad para realizar los activos inmobiliarios. Ponen como ejemplo el caso de la Sareb, a la que se le ha dado un plazo de quince años para vender toda su cartera.

Y, pese a ese sombrío panorama, ya han aparecido en escena inversores, nacionales y extranjeros, dispuestos a comprar deuda de Martinsa. Así lo asegura Rubén Barriocanal, gestor de inversiones de Mercadeuda, que explica que el interés por adquirir obligaciones de la inmobiliaria se ha reactivado después de que anunciara su liquidación. Aunque parece un contrasentido, se trata de perfiles de alto riesgo que, aunque asumen que existe la posibilidad de que no lleguen a cobrar, son conscientes también de la desesperación de muchos acreedores por pasar página de una vez, por lo que hacen ofertas para comprar la deuda con fuertes descuentos, superiores incluso al 95 %, lo que aumenta la probabilidad de recuperar la inversión e incluso obtener beneficio.