Galicia cumple con el déficit, pero se queda a la cola en crecimiento

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El ritmo de expansión de la economía es tres veces inferior a la media española

28 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En la asignatura de cuadrar las cuentas públicas, Galicia sigue siendo alumna aventajada. El año pasado fue una de las cuatro autonomías que, aunque de forma muy ajustada, se ciñó al corsé impuesto por el Gobierno a las comunidades, a las que solo se les permitía -sobre el papel- un desvío máximo del 1 % en sus cuentas públicas. Navarra (0,68 %), Canarias (0,91), País Vasco (1) y Galicia (1,02) fueron las únicas que cumplieron, algunas con holgura y otras, como la Administración gallega -que gastó 557 millones más de los que ingresó, un 11 % menos que en el 2013-, con un ligerísimo desfase dentro del margen permitido.

El aprobado público, que luego tendrá que certificar el Consejo de Política Fiscal y Financiera, lo concedió ayer el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, que elevó al Consejo de Ministros el informe sobre el déficit público en el 2014, que ascendió al 5,72 % del PIB, dentro de las obligaciones contraídas con Bruselas (que dio de margen hasta el 5,8 %), pero dos décimas por encima del tope más estricto que se había autoimpuesto el Ejecutivo.

Las comunidades autónomas fueron, de nuevo, las administraciones que más se desviaron en sus gastos, un 1,66 %, casi siete décimas más de lo pactado. Murcia, con un déficit del 2,82 % del PIB, Cataluña (2,58), Extremadura (2,44) y la Comunidad Valenciana (2,39) se situaron como las más incumplidoras. Pero Montoro no solo no hizo sangre sino que reconoció que todas han realizado un «importante esfuerzo» para controlar sus gastos y que el listón que les había colocado era «exigente», porque los gobiernos autonómicos tenían «menos recursos derivados del sistema de financiación». Sin embargo, cree que el objetivo de este año, más estricto (del 0,7 %), será más asequible porque se repartirán más fondos.

Pero ceñirse a la senda de consolidación fiscal marcada por el Ejecutivo no ha permitido despegar a la economía gallega, que en el 2014 se situó en el vagón de cola del crecimiento en España. Apenas creció un 0,5 %, casi tres veces menos que la media estatal (donde el avance fue del 1,4 %) y muy lejos de las comunidades más dinámicas, como Canarias, Extremadura o La Rioja. Esta última vio medrar su PIB un 2,5 %, cinco veces más que Galicia, según los datos del producto interior bruto regional publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

Menos tirón del consumo

Y es que en Galicia, a diferencia de lo que ocurre en el conjunto del país, donde la reactivación de la demanda interna está permitiendo acelerar la recuperación, el consumo mantiene una atonía -provocada principalmente por el descenso en el gasto de las Administraciones Públicas, según los últimos datos del IGE- que constriñe el crecimiento.

Por sectores, es el primario (agricultura y pesca) el que repunta con más fuerza, casi un 5,7 %, aunque hay también avances en el valor añadido de ciertas ramas de los servicios, como las actividades inmobiliarias, que crecen un 2,1 %, o el comercio, con un 1,8 %. Por contra, la construcción prosiguió su ajuste, con un retroceso del 2,6 %, un punto más que lo que se deja la industria.

El crecimiento en Galicia no se tradujo aún el año pasado en creación de empleo. Lo avanzó la encuesta de población activa y lo confirma la contabilidad regional, que estima que el año cerró con 1.020.800 personas ocupadas, 600 menos que el año anterior.

El diferencial de crecimiento entre Galicia y España rompe también la senda de convergencia mantenida durante los últimos años. El PIB per cápita en la comunidad se situó el año pasado en 19.954 euros, un 12,4 % menos que la media estatal.

El Gobierno achaca a la devolución del céntimo sanitario el desvío en sus previsiones

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, atribuyó ayer el desvío en la cifra de déficit respecto al objetivo que se había autoimpuesto (5,5 %), más exigente que la de las autoridades comunitarias (5,8), a la devolución del céntimo sanitario, una medida «coyuntural, extraordinaria y única» que ha costado 1.699 millones al Estado, tras una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que lo declaró ilegal. Sin tener en cuenta ese gasto imprevisto, el déficit habría cerrado el año en el entorno del 5,56 %, según el cálculo de Hacienda.

Para el titular de esta cartera, el dato demuestra una vez más que España «cumple» y que está aplicando la política presupuestaria que se necesita para impulsar la actividad y el empleo. Un ajuste estructural «muy grande, de los mayores en el mundo desarrollado», cuya primera fase coincidió con un período de fuerte contracción económica, lo que, según Montoro, le da más valor.

Medidas contra el fraude

En el Consejo de Ministros de ayer se aprobó también el anteproyecto de la modificación de la Ley General Tributaria, que prevé la publicación de una lista de morosos, con deudas con el fisco que superen el millón de euros.

El sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) censuró ayer que la norma no incluya medidas efectivas para la lucha contra el fraude de grandes fortunas y grupos empresariales y reclama un listado de deudas descubiertas superiores al millón de euros, aunque hayan sido pagadas o aplazadas, así como el listado de ventas, beneficio e impuestos pagados por las firmas que facturan más de 45 millones al año.