Pescanova queda a expensas de diez juntas de acreedores

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M. Moralejo

La posición de los bancos, acreedores mayoritarios, limita el riesgo de liquidación a dos de las filiales en concurso

18 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El futuro de Pescanova está en manos de las juntas de acreedores de las diez filiales en concurso, que han sido fijadas por el juez para los días 21 y 22 de mayo.

Será entonces cuando los tenedores de una deuda que suma 800 millones de euros tendrán que decidir entre las dos propuestas de convenio autorizadas por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra, después de que ayer venciera el plazo de presentación de alegaciones, sin ninguna incidencia comunicada a las partes.

El consejo de administración de Pescanova y los bancos del denominado G7 (Sabadell, Popular, Bankia, Abanca, Caixabank, BBVA y UBI Banca) presentaron finalmente por separado sendas propuestas de convenio, tras fracasar el intento de acordar un único plan de pagos para salvar a las diez filiales concursadas: Bajamar, Pescanova Alimentación, Frigodis, Frivipesca Chapela, Fricatamar, Pescafresca, Pescafina Bacalao, Insuiña, Frinova y Novapesca Trading.

Fuentes financieras dan por hecho que su convenio será ganador en al menos ocho de las diez filiales, en las que son acreedores mayoritarios. Esta situación hace que el riesgo de una posible liquidación se reduzca a dos subsidiarias: Bajamar Séptima, con sede en Arteixo y especializada en el procesado de langostino, en la que la banca tiene un 33 % de la deuda; y Frinova, radicada en O Porriño y dedicada a la elaborados de pescado congelado, con un 34 % de créditos en manos del G7.

Desde la banca el mensaje es claro: su intención es garantizar la continuidad de Pescanova. Fuentes financieras recuerdan que, desde el pasado mes de mayo, cuando sacaron adelante el convenio de acreedores de la matriz, han perdido mil millones por la quita en la deuda. Y ahora renunciarán a otro tanto por la quita de las filiales.

Además, en el último año y medio las entidades han inyectado 150 millones en liquidez para que la empresa siga funcionando, a los que se sumarán 150 más (25 de capital y 125 de deuda subordinada) cuando llegue el momento de la ampliación de capital, una vez saneadas las filiales.

En todo caso, Pescanova informó recientemente a la CNMV de una provisión de 118 millones para una posible liquidación de filiales.