Rebajas: compre antes, cambie durante y luego recompre

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez SOFIA.VAZQUEZ@LAVOZ.ES

ECONOMÍA

El cliente ha de saber que los productos rebajados tienen que «estar incluidos con anterioridad en la oferta habitual de ventas»

28 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Qué es un pícaro? Para buscar el significado de esta palabra podemos recurrir a la definición que ofrece la Real Academia Española. Una de sus acepciones indica que se trata de una persona de baja condición, astuta, ingeniosa y de mal vivir, protagonista de un género literario surgido en España. O podemos ser más prácticos y observar lo que pasará a partir del próximo miércoles cuando comience la temporada de rebajas de verano. Será entonces cuando veamos cómo los consumidores más cucos habrán comprado los artículos deseados en las últimas semanas con la intención de devolverlos durante el período de rebajas para recomprarlos de inmediato con un precio menor. ¿Qué consiguen? Ahorrarse dinero, y no quedarse sin el taconazo soñado. Pero para estar seguro de que esta treta acabe con éxito será necesario llamar al establecimiento dos días antes del comienzo del período de descuentos, dar la referencia de los productos que deseemos adquirir y pedir que nos los reserven. Estos pasos serán suficientes para alcanzar el objetivo: colgar en el armario aquella cazadora, falda y pantalón por menos de la mitad del precio que marcaba en temporada.

Es cierto que la artimaña solo puede realizarse en grandes cadenas de distribución. Los pequeños comerciantes no dan pie a que sus clientes pongan en práctica estas destrezas. Solo con un «no se lo puedo reservar» evitan la martingala. Y es que la ley establece, según explica Facua, que «si el vendedor reconoce al cliente el derecho a devolver un producto no puede pedirle una indemnización por el desgaste que este sufra mientras se prueba el tiempo justo para decidir si se devuelve o no». «De ahí parece desprenderse que los establecimientos que admiten devoluciones deben reembolsar el precio que el artículo tenía en el momento de la compra (o su equivalente en productos de la tienda) y no a un precio inferior, pues si se quedan con la diferencia obtienen un beneficio que va en contra de lo dispuesto en la ley», subraya la organización de consumidores.

Por lo demás, el cliente ha de saber que los productos rebajados tienen que «estar incluidos con anterioridad en la oferta habitual de ventas». ¿Cuánto tiempo antes? La ley no lo establece. Con tal de que estén un día es suficiente. No pueden estar deteriorados, porque en ese caso serían «saldos». Deben tener visible el precio anterior (se entenderá aquel que hubiese sido aplicado sobre productos idénticos en los 30 días precedentes) y el final reducido. De acuerdo con la legislación (Real Decreto ley 20 /2012), en el caso de que el establecimiento oferte artículos a precio normal y a precio reducido, unos y otros deberán estar suficientemente separados, de forma que no pueda, razonablemente, existir error entre los que son objeto de una u otra oferta, distinguiendo en su caso la existencia de rebajas, saldos (también pueden ser anunciados como la «venta de restos»), liquidaciones, promociones y obsequios. Una vez que se compra un artículo en rebajas, puede ocurrir que el comerciante no admita devoluciones. Eso sí, lo debe decir previamente. En caso contrario, la picaresca descrita al inicio de esta crónica puede volver a repetirse al llegar las «segundas rebajas».