Los trabajadores gallegos afectados por ERE retroceden a niveles precrisis

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Trabajadores afectados por el ERE
La Voz

Son 3.131 afectados este año, frente a 14.000 que superaron en lo más duro de la recesión

27 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En el primer semestre del año, 3.131 trabajadores gallegos se vieron afectados por un expediente de regulación de empleo (ERE) en su empresa. El dato constata la progresiva vuelta a la normalidad del mercado laboral, ya que, además de suponer prácticamente un 60 % menos de afectados en la comunidad que en el mismo período del pasado año, se sitúa en niveles equiparables a los existentes antes de la crisis. Y es que para encontrar una cifra mejor hay que remontarse al 2008, cuando se habían regulado poco más de un millar de puestos de trabajo. Así se recoge en la estadística avanzada ayer por el Ministerio de Empleo, en la que Galicia es una de las comunidades en las que más se redujeron esos ERE, por encima del 39,5 % de la media nacional. En España, 56.293 trabajadores se vieron afectados por regulaciones de empleo hasta junio, 36.706 menos que un año antes.

La evolución de las cifras es elocuente, ya que frente a los poco más de 3.100 gallegos sometidos a un ERE en el primer semestre, en el mismo período del pasado año se registraron 7.711 y casi cinco veces más (por encima de los 14.200) en el 2012 y el 2013, los ejercicios más brutales, favorecidos por la reforma laboral de febrero del 2012, que simplificó los procedimientos administrativos para aplicar un ERE .

La última estadística de regulación de empleo muestra que la tendencia a la baja se replica en todas las comunidades, con la única excepción de Aragón, donde aumentó casi un 122 % respecto al año previo, debido a que se disparó la suspensión de contratos, una herramienta muy utilizada en la industria para ajustar las plantillas temporalmente ante un descenso de la producción.

En lo que respecta al tipo de procedimiento, en Galicia el que alcanza a un mayor número de trabajadores (en valores absolutos) es la ya citada suspensión de contratos, con 2.026 de los 3.131 afectados totales del semestre y en línea con los datos del conjunto de España, donde afecta a 36.357 de los casi 56.300 totales. En cualquier caso, esta modalidad de ERE en la comunidad se ha reducido un 61,5 % respecto al año anterior, mientras que los trabajadores que han experimentado una reducción de jornada (609) han decrecido un 62,3 %.

Actualmente PSA tiene en marcha un expediente con reducción de jornada en Vigo, y en los últimos meses se han aprobado también en las textiles Viriato y Adolfo Domínguez. El goteo en grandes empresas de la comunidad sigue, y también en filiales, como Indra, Coca-Cola o Vestas.

Menos despidos colectivos

Los despidos colectivos, con 496 gallegos afectados hasta junio (cuatro veces menos que los incluidos en la suspensión de contrato), son la fórmula más traumática y también la que menos empleados ha registrado en el período, alentado por la recuperación económica y su traslado al mercado laboral. Respecto al 2014 han retrocedido un 40 %. Cabe recordar que Sargadelos ejecutó el pasado año un despido colectivo recientemente avalado por el Supremo.

Por sectores, en el conjunto del país, el mayor número de regulaciones lo concentra la industria, con 29.340 trabajadores afectados, aunque con una caída de casi el 30 %. Le siguen los servicios, con algo más de 21.100 y un retroceso del 47,3 %, mientras que los casi 5.000 casos en la construcción suponen casi un 53 % menos que hace un año. En el campo hubo 893 afectados, un 1,1 % menos.

Más del 90 % de los casos, con acuerdo

Algo más de 3.500 empresas adoptaron medidas de regulación de empleo en el período en España, la mitad que hace un año. El Ministerio de Empleo destaca que de los 4.255 procedimientos registrados (un 48,4 % menos), el 92,5 % se resolvió con acuerdo, por lo que la conflictividad y la judicialización de los mismos fueron residuales.

La cruz del mercado laboral: más contratos de menos de 7 días

La cara de la mejora paulatina del mercado laboral tiene su cruz en la precarización del empleo. Y es que, según los últimos datos oficiales del Servicio Público de Empleo, los contratos de trabajo con una duración igual o inferior a una semana superaron la cifra de los 2,6 millones en el primer semestre del año y fueron prácticamente el 25 % del total de las contrataciones realizadas en España. Además, se incrementaron siete décimas respecto al mismo período del año anterior.

Galicia amplifica la tendencia. Hasta junio se suscribieron casi 173.000 contratos de obra y servicio, y de ellos 26.755 fueron por espacio igual o inferior a siete días. Comparados con 2014, en el que se firmaron menos de 23.000 con esas características, los de menor duración se han incrementado un 14,3 %.

Y lo mismo ocurre con los eventuales por circunstancias de la producción (otra modalidad de temporales) y los de interinidad, que aumentan.

Los expertos coinciden al señalar que España siempre ha salido de las crisis disparando las contrataciones temporales y de corta duración, algo que explican factores como la reforma laboral, la escasa fiscalización de los abusos por parte de la inspección o los propios sectores en los que se está creando empleo, los cuales están muy marcados por la estacionalidad y la consecuente rotación (servicios, por ejemplo). Esa precariedad se nota también en los salarios, ostensiblemente más bajos.