El Banco de España insta a las entidades a cobrar a los clientes por los servicios que les presta

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

XOSE CASTRO

Pide que «adapten» su modelo de negocio y valoren «posibles operaciones corporativas», es decir, más fusiones

05 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque el primero en poner sobre la mesa el fin de la era de comisiones cero en los bancos fue el presidente de la patronal del sector, José María Roldán, al asegurar que «el cliente tendrá que acostumbrarse a pagar por los servicios bancarios», ayer el Banco de España tomó oficialmente el testigo y se sumó a la tesis de que las entidades financieras tienen que cobrar por los servicios que prestan a sus usuarios si quieren mantener a flote el negocio.

En su Informe de Estabilidad Financiera de mayo, publicado ayer, el supervisor analiza la difícil coyuntura actual, en un entorno de tipos de interés muy reducidos y de baja rentabilidad del negocio bancario en España, y concluye con su receta para salvar los muebles, que pasa porque las entidades ganen «aún mayor eficiencia mediante el ahorro de costes y busquen una adaptación del modelo de negocio al nuevo entorno». ¿Cómo? Pues «reforzando su ingresos mediante la provisión de servicios a sus clientes», así como tratando de adecuar su estrategia al nuevo contexto financiero y regulatorio, incluyendo, llegado el caso, «posibles operaciones corporativas», es decir, más fusiones.

Este escenario difícil no es exclusivo de las entidades financieras españolas sino que, como subraya la institución, es común «a buena parte de las europeas» y a él se suman otros riesgos, como el de que empeoren las perspectivas de crecimiento económico, tanto global como nacional.

Deshojando la margarita

En cualquier caso, la decisión de cobrar o no comisiones por los servicios bancarios prestados divide al sector, como quedó patente en las presentaciones de los resultados del primer trimestre del año. Así, por ejemplo, mientras que los más grandes, como Santander o BBVA, lo ven con buenos ojos (cabe recordar que el Santander abrió la veda con su cuenta 1, 2, 3), otros, entre los que están Bankia, Bankinter o Evo Banco, se desmarcan.

De hecho, ayer mismo el consejero delegado de Evo, Enrique Tellado, insistió en que mantendrán su estrategia de no cobrar comisiones «porque cabrean al cliente».

Claro, que el quid de la cuestión no está tanto en el cobro en sí sino en el servicio por el que se factura, como señaló la pasada semana el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, que auguró un fracaso a la medida de cobrar por comisiones «que no aportan nada», como los apuntes o la administración de cuentas. «Es una mala estrategia. Nos pongamos como nos pongamos, no tiene ningún futuro y no va a cambiar la cuenta», dijo en la presentación de resultados, en contra de la postura defendida ayer por el Banco de España.

Otra de las advertencias que el supervisor recoge en su Informe de Estabilidad es el volumen de los activos improductivos (dudosos más adjudicados en pago de deudas) que lastran el balance de la banca española. Al cierre del 2015 ascendían a 213.000 millones de euros, y aunque supone un 14,5 % menos que un año atrás, continúa siendo elevado.