Alcoa ya tiene un comprador interesado en sus fábricas de A Coruña, San Cibrao y Avilés

miguel sande, F. f. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Marcos Míguez

El inversor visitará mañana las tres plantas de aluminio y otros más lo harán próximamente

25 may 2016 . Actualizado a las 12:53 h.

Alcoa tiene ya un comprador interesado en adquirir las fábricas de aluminio primario de A Coruña, San Cibrao y Avilés, según informaron fuentes conocedoras de la operación. Aunque no ha trascendido ni su nombre ni si pertenece al negocio.

La propuesta se produce dos días después de que trascendieran los planes de la multinacional estadounidense de desprenderse de esos activos, bien vendiéndolos, bien dando entrada a un socio industrial, para lo cual ha contratado al banco de negocios Goldman Sachs. Cobra fuerza la primera opción con esa primera oferta. Los inversores visitarán las tres instalaciones mañana jueves, acompañados de asesores y auditores.

Mientras, las direcciones de los tres centros se reunieron ayer con sus respectivos comités de empresa, pero solo para confirmarles que el grupo busca compradores para poner pies en polvorosa de España, 19 años después de llegar tras comprar por unos módicos 200 millones la compañía pública Inespal y de embolsarse millones en subvenciones. Alcoa solo conservaría la fábrica de alúmina de San Cibrao, de la que posee el 60 % (el otro 40 % es de un grupo australiano).

En las últimas semanas, las tres fábricas que están en el mercado han recibido visitas tanto de inversores como de posibles compradores. Y hay más citas preparadas para los próximos días y semanas, pero los sindicatos no recibirán información de quiénes son por un «contrato de confidencialidad» entre Alcoa y ellos. Y poco más sacaron en limpio los sindicatos, pues las respectivas direcciones evitaron concretar cuántas empresas están interesadas en las fábricas, según Juan Carlos López Corbacho, presidente del comité de empresa de la planta de A Coruña.

Alcoa comunicó sus intenciones de vender las plantas gallegas y asturiana la semana pasada tanto a la Xunta como al Principado.

La búsqueda de alternativas para desprenderse de las tres fábricas se produce año y medio después de que Alcoa intentase cerrar las de A Coruña y Avilés por no conseguir incentivos suficientes para costear su factura eléctrica. La multinacional estaba acostumbrada a recibir un trato preferencial por parte del Gobierno. Compró Inespal a cambio de un precio fijo de la energía y con el compromiso de que si aumentaba, la diferencia la abonaría el Estado, a través de la SEPI. Por ejemplo, solo entre los años 2001 y 2004 recibió 17,5 millones como «compensación por la desviación de la tarifa eléctrica», según las cuentas de la sociedad estatal publicadas en el BOE. 

San Cibrao da valor al lote

El acuerdo finalizó y desde el 2014 los incentivos se reparten mediante una subasta competitiva. En la primera, Alcoa no logró su objetivo y amenazó con cerrar A Coruña y Avilés. No lo hizo, pero la amenaza siguió ahí hasta ahora. Esas dos plantas son las menos valiosas para el grupo (son las más antiguas), no así San Cibrao, que el año pasado obtuvo unos beneficios de 71 millones. Entonces, ¿por qué venderla también? Porque es un plus que hace más atractivo el lote de tres para posibles compradores.

La próxima subasta de incentivos está prevista para septiembre. En ella se fijará el precio que pagarán las tres plantas por la energía el año que viene, un dato esencial para cualquier comprador de los activos. 

Garantizar los empleos

Los trabajadores exigen «transparencia» en el proceso y «con Alcoa ou sen ela», garantías de mantenimiento de puestos de trabajo y un plan industrial para las plantas, destacó Corbacho. «Non consentiremos medidas agresivas á planta da Coruña, seremos contundentes», advirtió.

El conselleiro de Industria, Francisco Conde, reclamó también garantías en los empleos y defendió la necesidad de aplicar un plan de inversiones.

Todo este proceso coincide con el de segregación de activos que está realizando Alcoa a nivel internacional. A finales de año, funcionará como dos compañías. Una, que seguirá llamándose igual, agrupará el negocio tradicional, y ahí estarán las tres plantas en venta, más la de alúmina de San Cibrao. La otra, Arconic, aglutinará las plantas de valor añadido, como la de Navarra.