Castellano: «Hay que desenmascarar a gánsteres como los de Ausbanc»

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

BENITO ORDOÑEZ

El expresidente de Novagalicia ratifica en la Audiencia Nacional que Pineda la chantajeó y exigió 300.000 euros

01 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

José María Castellano llegó pronto a la Audiencia Nacional y se fue raudo. Su declaración en Madrid como testigo ante el juez Santiago Pedraz por el caso Ausbanc apenas duró media hora. Un par de preguntas del fiscal para saber si se ratificaba en su declaración previa ante la UDEF hace un año, y tres cuestiones de la abogada de Manos Limpias, que ejerce como defensora de esa suerte de organización de consumidores, investigada por extorsiones a bancos.

El expresidente de Novagalicia (la actual Abanca) se ratificó en todo lo que había dicho previamente, hace un año, ante la Policía. Que Luis Pineda, jefe de Ausbanc, le exigió unos 300.000 euros cada año a cambio de hablar bien de la entidad gallega, y que en cuanto el banco se negó -le dieron el portazo dos estrechos colaboradores de Castellano, después de recibir las indicaciones del presidente- comenzó la extorsión en forma de tuits en la cuenta personal de Pineda y también en la de Ausbanc. El objetivo fueron Castellano y su mano derecha, César González-Bueno, pero también Evo Banco, una nueva marca con la que Novagalicia trataba de crecer en Madrid, y que Pineda insinuaba estaba quebrada y sin garantías para los clientes. Al tiempo, se organizaron algunos escraches cerca del domicilio personal de Castellano.

El banquero, a preguntas de Manos Limpias, recordó que había aportado como pruebas una batería de comentarios en Twitter y otra serie de documentos que llegaron también hasta la CECA, la patronal de las antiguas cajas, donde el asunto se abordó, pero se dejó correr.

Castellano explicó, al término de su declaración, que no podía tolerar extorsiones, y menos en una entidad que acaba de ser rescatada por el Estado (en total recibió más de 9.000 millones en ayudas). Muy pocas entidades hicieron lo mismo. BBVA y Caja Madrid (actual Bankia) tampoco cedieron y fueron objeto de censuras a través de redes sociales o publicaciones que maneja Ausbanc. Algunos de sus directivos -prácticamente todos ellos fuera ya de esas entidades- también han ido a declarar en las últimas semanas a la Audiencia Nacional como testigos.

En las revistas del grupo Ausbanc era fácil encontrar publicidad de otros bancos. Castellano lo recordó a su salida de la Audiencia Nacional: «Había entidades que llevaban pagando 20 años». Entre ellas, Caixa Galicia y Caixanova, las que dieron origen a Novagalicia. No fue hasta la detención de Pineda en abril que, de golpe, todas ellas decidieron cancelar esas inserciones.

«No tengo nada que ocultar, hice lo que tenía que hacer, es un caso notorio, como se está viendo, y es bueno desenmascarar a estos gánsteres», añadía el veterano directivo gallego.

Tras Castellano declaró la exabogada de Ausbanc y exportavoz de Manos Limpias Montserrat Suárez. Dijo que ambas organizaciones actuaban como un «matrimonio» y se retroalimentaban, y aportó en la Audiencia Nacional documentos que probarían esta relación. Explicó que la abogada de Manos Limpias Virginia López Negrete (que ha llevado la acusación a la infanta Cristina en el caso Nóos) actuaba en connivencia con Luis Pineda. E ilustró esta supuesta colaboración en que Negrete participó en la junta de accionistas del BBVA del 2003 y ejerció en ella presiones mencionando la petición de imputación en el caso Nóos que había hecho, solo un día antes, contra un directivo del banco.