La UE salva a una España en funciones y aplaza al 2018 bajar el déficit del 3 %

adolfo lorente BRUSELAS / COLPISA

ECONOMÍA

ERIC VIDAL | REUTERS

El país dispondrá de dos años más para ceñirse el cinturón y aplicar los ajustes

26 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

España tendrá dos años más de oxígeno para bajar por fin el déficit del 3 % del PIB como viene exigiendo Bruselas desde hace casi una década de desmanes fiscales. Así lo confirmó un alto cargo comunitario, quien avanzó que la nueva senda trazada por la Comisión prevé que el desajuste de este año se disparará por encima del 4 %, como alertó la semana pasada la autoridad fiscal independiente (Airef).

Sobre la multa por incumplir el déficit del 2015, la decisión se tomará este jueves en el último Colegio de Comisarios antes de las vacaciones de agosto. Podría ser de hasta 2.000 millones de euros (el 0,2 % del PIB), pero todo ha quedado reducido a dos alternativas: «O se cancela o es simbólica. Todo está abierto», apostilla esta alta fuente.

Los jefes de gabinete de los comisarios se reunieron ayer por la tarde en el encuentro preparatorio que cada semana hacen del Colegio. Hubo varios temas encima de la mesa y entre ellos, como lo peor de la crisis, volvió a estar la palabra España. Una vez que el debate sobre la congelación de fondos estructurales se ha pospuesto hasta septiembre para hablarlo con el Parlamento, hay dos grandes decisiones que tomar: la multa y la nueva senda fiscal.

Respecto a la sanción, la decisión será política y aunque el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, insiste en que será «cero o nula» porque Alemania, Francia o Italia no quieren que se castigue a España, las distintas fuentes consultadas no lo tienen tan claro. De hecho se decantaban más por una multa simbólica que por la cancelación, aunque es algo que no se conocerá hasta el mediodía de este jueves. Pase lo que pase, el estigma político ya es un hecho, ya que España, al igual que Portugal, se han visto inmersas en un procedimiento sancionador que hasta ahora nunca se había aplicado en la UE. 

«Un año perdido»

En lo mediático, el gran problema del Gobierno en funciones se llama multa. En lo práctico, donde el país se juega todo es en la nueva senda de déficit. Aunque De Guindos siempre había defendido que solo era suficiente que la nueva prórroga fuese de un año (del 2016 pasar al 2017), finalmente será de dos, hasta el 2018. Esto supone que España podrá hacer los ajustes requeridos en mucho más tiempo, lo que dará algo de tregua al nuevo Gobierno que llegue a Moncloa. Se confirman así los peores temores de la Comisión, que en marzo advirtieron de que el 2016 podría ser «un año perdido» y así está siendo, como lamentan las fuentes consultadas.

¿Por qué dos años? Primero, porque Bruselas no quiere que a finales del 2017 se vuelva a las andadas, sabedores de que Madrid no cumplirá. Y segundo, porque la situación de las cuentas de España en particular y de Europa en general no es nada boyante a raíz de fenómenos como el brexit. Aunque el PP pueda vender estos dos años como una victoria, no hay que olvidar que en mayo, fuentes de Economía aseguraban en Ámsterdam que «si nos dan finalmente dos años, considerarán que somos un puñetero desastre». 

8.000 millones de ajuste

La que este jueves recibirá el Gobierno español es la cuarta prórroga desde que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero solicitó la primera en el 2009. Luego, Mariano Rajoy tuvo la primera en el 2012, la segunda en el 2013 y tendrá la tercera en este 2016. El problema es que las prórrogas no son gratis y la letra pequeña significa más ajustes para cumplir los objetivos. O subidas de impuestos o recortes de gasto porque en el 2015, por ejemplo, el país gastó 51.000 millones más de lo que fue capaz de ingresar (déficit del 5,1 %).