Adiós a un banquero adelantado a su tiempo

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Luis Tejido | Efe

Entre otras cosas, introdujo en España las tarjetas de crédito

03 ene 2017 . Actualizado a las 07:48 h.

Con la muerte de José Ángel Sánchez Asiaín (Baracaldo, 1929-Madrid, 2016) se va el último gran banquero de los de antes y el primero banquero español moderno. El que mejor supo ver por dónde irían los tiros en un negocio tan antiguo como el suyo. Entre otras cosas, fue quien trajo a España las tarjetas de crédito. Para estupefacción de muchos, que no acababan de creerse aquello de que pudiera uno pagar lo que compraba con un plástico.

Padre del hoy consejero de Abanca, Ignacio Sánchez Asiaín, implantó también la idea de los créditos exprés. Y en su banco las mujeres no precisaban la autorización del padre o el marido para abrir una cuenta.

Economista licenciado por la Universidad de Deusto, doctor en Economía por la Universidad Central de Madrid y catedrático de Hacienda Pública y Derecho Fiscal de la Universidad de Valladolid y más tarde de la de Bilbao, Sánchez Asiaín empezó su carrera en el antiguo Banco Bilbao. En el servicio de estudios. En 1954. Poco a poco, y a medida que se ganaba la confianza y el respeto de las familias de Neguri -las dominantes en el consejo del banco- fue escalando posiciones en el seno de la entidad, hasta hacerse con la presidencia en 1974. Y al mando estuvo hasta 1988.

Firme partidario de las fusiones, fue el primero en lanzar una opa dentro del sector. Cuando muchos ni siquiera sabían qué era aquello de una oferta pública de adquisición de acciones. La lanzó sobre Banesto y, sin pretenderlo, le puso en bandeja a Mario Conde su ascenso a los altares. Pero, esa es otra historia. Tras el fiasco, llegaría la fusión con el vecino Banco Vizcaya, que pilotó hasta 1990.

Elogios desde la banca

Las reacciones a su muerte no se han hecho esperar. El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ensalzó ayer su figura asegurando que «fue un ejemplo para todos, un pionero, un gran banquero». Su homólogo del BBVA, Francisco González, dijo de él que «fue ejemplar en todo lo que hizo. Su visión adelantada de la industria bancaria y su profunda creencia en valores son aportaciones esenciales a la cultura de BBVA, y contribuyeron de forma decisiva a la modernización de la banca en España». En similares términos se pronunció la presidenta del Santander, Ana Botín. «Fue un gran visionario, uno de los artífices de la modernización del sector y contribuyó de manera importante a que la banca española sea hoy una de las más solventes y eficientes de Europa», subrayó.