Comercio, hostelería y construcción generan más de la mitad de los negocios creados
19 ene 2017 . Actualizado a las 16:43 h.El cambio del modelo productivo del que tanto se habló durante los años más duros de la crisis es todavía una tarea pendiente. En Galicia, el comercio, la hostelería y el renacido sector de la construcción siguen siendo los motores que tiran de la actividad económica, como demuestran los datos de creación de empresas del año pasado. Así, más de la mitad de las nuevas sociedades mercantiles constituidas en el 2016 en la comunidad pertenecían a uno de estos tres sectores de actividad.
Según el informe publicado por el Instituto Galego de Estatística, el año pasado nacieron en Galicia 4.571 empresas, 627 más que en el ejercicio anterior, lo que supone un incremento cercano al 16 %. De nuevo, con el comercio en la cima. En concreto, el mayorista, que sigue liderando el ránking con 568 nuevos negocios en la comunidad, aunque pierde algo de fuerza, con un centenar de constituciones menos que en el 2015. Pero esta caída la compensa, con creces, el tirón de las tiendas de venta al por menor, con casi medio centenar de aperturas (498), un 53 % más que en los doce meses anteriores.
También se nota la reactivación en la hostelería, con 481 nuevos establecimientos, un centenar más que en el ejercicio anterior. Y resurge el ladrillo, tanto en lo relativo a la edificación (210 nuevas empresas) como a la comercialización (264 dedicadas a actividades inmobiliarias). Solo se resiente la construcción especializada -cajón de sastre que engloba diferentes actividades, tanto de preparación de terrenos como de instalaciones de suministros-, aunque con 278 nuevas compañías (40 menos de las creadas un año antes) sigue siendo la cuarta actividad que más contribuye a la creación de tejido empresarial en Galicia.
Aunque comercio, hostelería y construcción siguen siendo los sectores preferidos para emprender, con la recuperación emergen nuevos nichos de negocio. Es el caso del empleo: la creación de agencias de colocación, empresas de trabajo temporal y otras compañías relacionadas con el ámbito de los recursos humanos repuntó el año pasado un 600 % en la comunidad. La mayor demanda de mano de obra, especialmente de carácter temporal, convierte al laboral en el sector más dinámico, seguido del tratamiento de residuos, con 17 nuevas empresas, un 240 % más que un año antes.
Una Galicia a dos velocidades
Además del análisis por sectores, el IGE también ofrece los datos de creación de empresas desagregados por municipios, una radiografía que constata las dos velocidades a las que, también en lo económico, se mueve la comunidad. Así, el año pasado la creación de empresas se aceleró en 171 de los 314 concellos de la comunidad. Hay casos espectaculares, como el de Valga, donde el año pasado nacieron 31 nuevas sociedades mercantiles. Pueden no parecer muchas, si se comparan con las cifras de otros ayuntamientos, pero supone un incremento de más del 900 % respecto al año anterior, cuando solo se habían constituido tres compañías, un repunte que incluso sorprende al propio gobierno local.
Pero hay muchos más casos, como los de la vecina Pontecesures, Lourenzá o Cotobade. Son algunos de los 57 ayuntamientos donde el año pasado al menos se duplicó la cifra de empresas constituidas un año antes. A estos hay que sumar los 39, la mayoría localidades del interior de las provincias de Lugo y Ourense, donde en el 2016 vieron de nuevo nacer empresas, tras cerrar el ejercicio anterior en blanco. Los casos más notables son los de Cervo y San Cristovo de Cea, con cinco nuevos negocios en cada uno.
La otra cara de la moneda son los 56 municipios en los que no abrió ninguna empresa el año pasado, de los que 23 encadenan ya dos ejercicios sin movimiento empresarial.
Donde sí se registraron cifras positivas fue en las siete grandes ciudades. Vigo lideró de nuevo la creación de empresas en Galicia, con 688, pero es la urbe donde menos crecimiento se registra, un 7,5 %, frente al 23 % de Pontevedra. Ferrol, aunque crece, solo vio nacer 56 nuevos negocios, una cifra inferior a la que se registra en concellos menos poblados, como Arteixo, Oleiros, Culleredo o Carballo.