Es la ley

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez TRIBUNA

ECONOMÍA

17 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Audiencia Nacional hizo llegar ayer por la mañana la orden de prisión a los cinco condenados por el desfalco de las cajas gallegas. Era una posibilidad remota que acabó cumpliéndose. Y, según el tribunal, en la toma de esta decisión pesaron cuatro elementos: 1.º, la gravedad de los hechos; 2.º, que el Tribunal Supremo considerara benévola la pena de dos años impuesta por la propia Audiencia Nacional a tres de los condenados; 3.º, que no hayan devuelto el dinero, y 4.º, que tienen causas pendientes con la Justicia.

Con el anuncio de la noticia se encendió la mecha de una bomba escondida. El peso de la ley cayó sobre los que en su día fueron los todopoderosos banqueros de la comunidad; a los que nadie les rechistaba ni les discutía. Tomasen la decisión que tomasen. Y ese fue uno de sus grandes errores. Porque da la impresión de que se sintieron los dueños y señores de una institución que no era suya. Su poder omnímodo de hacer y deshacer en la entidad los abocó a cometer un delito de administración desleal en concurso con otro de apropiación indebida. Lo remarca una sentencia que les echó en cara que mejoraran sus retiros con indemnizaciones multimillonarias cuando ya tenían garantizada una envidiable jubilación.

Cierto es que José Luis Pego, ex director general de Novacaixagalicia; Gregorio Gorriarán, exresponsable del área inmobiliaria; Óscar Rodríguez Estrada, exresponsable de integración; Julio Fernández Gayoso, expresidente de la caja, y el abogado Ricardo Pradas pasarán a la historia de España por ser los primeros directivos de las antiguas cajas de ahorros que entran en la cárcel. Pero habrá más.

Las noches entre rejas siempre son duras.