En dos de cada tres municipios gallegos se creó empleo el año pasado

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Variación del empleo por concellos
La Voz

El mercado laboral se recupera a mayor velocidad en las áreas urbanas e industriales

31 ene 2017 . Actualizado a las 08:49 h.

Aunque el ritmo de creación de empleo aflojó el año pasado en Galicia -la Seguridad Social ganó 17.600 nuevos cotizantes, dos mil menos que los que había sumado en el 2015-, los nuevos puestos de trabajo están más repartidos por el mapa de la comunidad. Según los registros de afiliación del Ministerio de Empleo, dos de cada tres municipios gallegos cerraron el 2016 con más trabajadores que los que estaban dados de alta un año antes.

De los 212 ayuntamientos en los que sube la afiliación, los mayores incrementos se registran en Porqueira, Beariz y As Somozas. En el caso de los dos ayuntamientos ourensanos la base de cotizantes es muy pequeña, lo que hace que cualquier movimiento destaque mucho en términos porcentuales. Pero es que, en el caso de Porqueira, donde se han impulsado proyectos en el campo de los servicios sociales como una casa nido, el empleo ha crecido un 48 %, al pasar de 78 a 116 afiliados. Recupera así los puestos de trabajo perdidos durante el 2015, en el que se situó en el otro lado de la tabla: fue la localidad gallega que más ocupados perdió.

Lo siguen Beariz y As Somozas, ambos con crecimientos superiores al 20 %. En el caso del segundo, el repunte se traduce en 140 nuevos empleos, la mayoría vinculados a la fábrica que Gamesa tiene en el municipio ferrolano. Esta firma eólica puso en marcha el año pasado una nueva línea de producción para atender un pedido de Iberdrola, una inversión de cuatro millones de euros que se tradujo en la contratación de un centenar de personas.

Si se atiende a las cifras absolutas, fue la ciudad de A Coruña la localidad gallega donde más empleo se creó: 1.950 puestos de trabajo, 350 más que en Vigo, la otra urbe que se le puede comparar por tamaño. En la Galicia urbana, destaca también el dato de Santiago, donde la afiliación creció en más de 1.800 personas en un año santo extraordinario en el que se pulverizó el récord de visitantes.

Los datos de empleo son positivos no solo en las ciudades sino, en general, en toda la Galicia urbana. Los principales polos industriales de la comunidad, como Arteixo o Porriño, crecen muy por encima de la media gallega, con incrementos de la ocupación en el entorno del 6 %. Así, impulsado por el crecimiento constante de Inditex, en Arteixo se crearon más de 920 puestos de trabajo, mientras que en O Porriño la afiliación aumentó en más de 730 personas. Notable es también el dato de Oleiros, con 662 nuevos cotizantes gracias al crecimiento de las empresas locales y al traslado de otras que operaban en municipios limítrofes, como ocurrió con la tecnológica Altia.

Cifras que superan, de largo, las que registra Ferrol que, con 179 nuevos ocupados, es la ciudad donde la mejoría del mercado laboral es más tenue.

Un centenar a la baja

Pero la recuperación no es generalizada. Frente a los 212 ayuntamientos donde se creó empleo el año pasado hay otros tres en los que se mantuvo estable (Cualedro,  Sandiás y Forcarei) y 99 en los que se registró un descenso en el número de afiliados. Entre estos, destaca el caso de Lalín, donde se destruyeron 111 empleos el año pasado, la mayor pérdida de puestos de trabajo en términos absolutos en un municipio gallego. También cae la ocupación en otras cabeceras de comarca, como Monforte, donde la afiliación bajó en 74 personas.

En estas dos localidades, la afiliación desciende cuando se toma como referencia el ayuntamiento como centro de trabajo, pero sube cuando se mide como lugar de residencia. Por seguir con el ejemplo de Lalín, en la localidad hay 111 puestos de trabajo menos que hace un año y, sin embargo, hay casi 170 vecinos ocupados más que hace un año, como apuntan los datos publicados recientemente por el Instituto Galego de Estatística. La diferencia se explica por la gente que vive en el municipio pero que trabaja en otro ayuntamiento y también al revés: parte de esos 111 empleos que se destruyeron en empresas lalinenses puede que estuvieran ocupados por vecinos de otros concellos, por lo que su pérdida no influye en los residentes.

Esa brecha se produce también en otros ayuntamientos. Es el caso de Arteixo, donde los 920 empleos creados en la localidad el año pasado se rebajan a menos de la mitad (444) cuando se miden en términos de residentes, ya que buena parte de la gente que trabaja en el polígono de Sabón vive en otros municipios cercanos.

Los matices se aprecian menos en el caso de los ayuntamientos que más empleo destruyeron el año pasado. Es el caso de Laza, donde el parón en las obras del AVE se tradujo en la pérdida de un tercio de los afiliados con los que había cerrado el ejercicio anterior. Un desplome que duplica al registrado en Triacastela y Vilar de Barrio, donde la caída también se mide con dos dígitos.