Los carburantes se encarecen por la Pascua

f. fernández / r. santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ALI HAIDER | efe

A las puertas de las primeras grandes vacaciones del año, los surtidores han ido subiendo progresivamente su precio: llenar hoy el depósito en Galicia es un 3 % más gravoso que el lunes

07 abr 2017 . Actualizado a las 00:17 h.

Toca hacer las maletas, llenar el depósito del coche y armarse de paciencia en la carretera para emprender las vacaciones de Semana Santa. Todo un sueño para millones de familias, que habrán ahorrado durante los últimos meses para disfrutar de unos días de asueto, la primera gran escapada del año. Primer contratiempo: repostar será este año más caro que el pasado. Saciar un depósito de 50 litros en Galicia costará estas fiestas 7 euros más. Si es de gasoil tragará 57,5, frente a los 50 de la última Pascua; si es de gasolina, 64, cuando el año pasado se llenaba por 57. ¿Cómo se han hecho estos cálculos? Pues echando mano del portal de hidrocarburos del Ministerio de Energía. En él se puede comprobar que el precio medio del litro de gasoil en marzo del 2016 en Galicia fue de 1 euro y el de gasolina, de 1,14. Este jueves, el primero se cotizaba de media a 1,15 (un 15 % más en un año); y el segundo, a 1,28 (casi un 13 % superior).

Pero, ¿qué ha ocurrido esta semana entre el lunes y el jueves? Pues que los carburantes también se han encarecido. Parece ser un fenómeno ya habitual que ocurre en las estaciones de servicio cuando se avecinan grandes operaciones salida de vacaciones. Esta vez también ha sido así. Se puede constatar volviendo al portal de hidrocarburos del ministerio, donde las gasolineras están obligadas a colgar los precios diarios a los que venden los combustibles. Son diferentes entre unas estaciones y otras y también entre unas provincias y otras. Pero con unas simples operaciones de suma y división se pueden averiguar a cómo van de media los carburantes en el mercado. Y resulta que entre el lunes y el jueves, o sea, en cuatro días, están en torno a dos céntimos más caros por litro.

La subida varía según las provincias, aunque las de A Coruña y Pontevedra van, en este caso, a la par. Así, el litro de gasoil se vendía el lunes a 1,135 euros y este jueves a 1,15, es decir, se incrementó un 1,3 %. Más acusado fue el de gasolina, que pasó de 1,256 a 1,281, un 2 % más.

Ourense, la más cara

En Ourense y Pontevedra, el aumento de precios fue mayor. Especialmente en el caso de la gasolina, que en cuatro días se encareció casi un 3 %. En la primera provincia pasó de 1,249 a 1,283 euros. En la segunda, de 1,243 a 1,277. El gasoil subió esta semana en ambos casos en torno a un 2,5 %. El precio medio por litro pasó en Ourense de 1,14 a 1,166; y en Pontevedra, de 1,127 a 1,156 euros.

Este incremento está justificado en parte porque el barril de petróleo también estaba este jueves un 3 % más caro que el lunes.

En unas suben y en otras no

Julio López, miembro de la directiva de la patronal gallega de estaciones de servicio, advirtió de que si el crudo sigue esta tendencia ascendente, los carburantes harán también lo propio. Aunque no se atreve a predecir si los precios de gasolina y gasoil seguirán o no subiendo. Estos se cambian a última hora de un día para otro. «É moi difícil porque cada zona ten uns prezos diferentes a outras, e tamén varían por estacións de servizo, nunhas pode subir, e noutras pode baixar, non se sabe», explicó. De todos modos, Julio López subrayó que «hai cada vez máis ofertas» para los consumidores, como tarjetas descuento, que aminoran en hasta cinco céntimos las escaladas que puedan producirse.

De momento, Repsol, principal operadora en el sector de los hidrocarburos, ha lanzado esta Semana Santa otra campaña para rebajar sus carburantes de mayor calidad y precio (los Premium) y venderlos al precio de los productos normales. La oferta arranca hoy mismo y continuará los próximos miércoles, jueves y domingo 16.

La mitad, impuestos

El Estado, el nacional y el autonómico, se lleva en torno a la mitad de que lo cuesta un litro de combustible. Como se puede comprobar en el gráfico anexo, elaborado con datos de marzo actualizados por la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), la presión fiscal sobre gasolina incluso supera el 50 % del precio final que abona el consumidor. La patronal de las petroleras recuerdan periódicamente esta losa para argumentar que el coste final nunca podrá ser un reflejo exacto de lo que ocurra con el petróleo o con las cotizaciones internacionales de gasolina y gasoil. Estos productos al por mayor solo suponen un tercio del precio final. Un fenómeno parecido ocurre con la factura eléctrica, en la que la energía consumida representa un porcentaje similar. El resto son también impuestos (aunque no pesan tanto como en el caso de los carburantes, lo hacen alrededor de un 20 %). El margen mayorista se lleva un 2 % del coste final.

El céntimo sanitario: 85 millones del bolsillo de los gallegos

Cuando uno tira de surtidor y paga en la caja puede tener la sensación de que las petroleras -sobre todo una en España, que tiene una posición muy dominante en la red de gasolineras- se están haciendo de oro. Pero lo cierto es que una buena parte de lo que se va del bolsillo para mover el coche o la moto son impuestos directos en los que las empresas poco pintan; es una intervención directa de las administraciones. Y si Galicia tiene uno de los precios más altos de España -lleva tres años en esa posición- es también en buena medida por un tributo propio: el tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos. Es lo que coloquialmente se conoce como céntimo sanitario, porque su origen era pagar parte de la sanidad con los carburantes, algo tumbado por una sentencia de la UE.

Tras cambiar la denominación, la Xunta ha mantenido ese tributo, además en el tipo máximo, que grava unos 4,8 céntimos por litro. Es una de las pocas comunidades en las que se produce ese fenómeno.

Según los últimos datos del Ministerio de Hacienda, al cierre del 2016 la Administración gallega había recaudado casi 85 millones de euros por ese céntimo. En concreto, 84,9 millones. ¿Mucho? Algo menos de lo previsto por el Gobierno gallego cuando hizo sus previsiones para ese ejercicio: calculaba ingresar 86 millones. Un año antes la situación fue a la inversa: esperaba ingresar 82 millones, pero finalmente fueron 85,1.

Para este 2017 la Consellería de Facenda ha calculado un incremento de casi el 2 %, hasta los 88 millones, contando con que habrá un mayor consumo de carburante al calor de la recuperación económica. Con todo, la Administración gallega descarta por el momento la supresión o la reducción en los tipos de este tributo por el arañazo que supondría para la hacienda autonómica tras las bajadas de impuestos de los dos últimos ejercicios (en sucesiones y una parte del tramo autonómico del IRPF). Esos 80-85 millones se mantienen estables desde hace años.

Las cifras de cierre del 2016 ofrecen dos datos aparentemente contradictorios: mientras que ese año repuntó el consumo de carburantes un 1,49 % -la mayor subida desde el año 2007, aunque con unos niveles de gasto aún muy inferiores-, los ingresos de la Xunta por el impuesto de hidrocarburos cayeron ligeramente (de 85,1 a 84,9 millones). La explicación, según algunas fuentes, podría estar en las bonificaciones establecidas para algunos transportistas.