La CEG logra el crédito de 1,2 millones que aleja el fantasma de un concurso de acreedores

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN A SOLER

El préstamo dará viabilidad a la patronal a medio plazo

06 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) ha logrado el crédito hipotecario de 1,2 millones de euros que le permitirá cumplir su plan de viabilidad y que aleja el fantasma de un concurso de acreedores, aliviando la delicada situación financiera que arrastra la organización, con graves problemas de liquidez. Hasta el propio expresidente José Manuel Fernández Alvariño se refirió la semana pasada, al término de la junta, a la posibilidad de insolvencia. La patronal ya tiene en sus manos la ansiada confirmación oficial de la concesión del préstamo por parte de los bancos acreedores, encabezados por Abanca. Solo falta concretar la fecha de la firma.

La entidad liderada por Juan Carlos Escotet asumiría algo más de la mitad de los 1,2 millones, mientras que el resto se lo reparten al 10 % varias entidades entre las que figuran el Sabadell, el Popular, el BBVA y el Santander. La CEG presenta como garantía una parte del propio edificio de la sede central, un inmueble histórico ubicado en pleno casco viejo compostelano. La última tasación valoró el edificio en 2,8 millones de euros.

Más tranquilidad

La inyección financiera que garantiza la viabilidad de la patronal gallega a corto y medio plazo llega en un momento de enorme división interna, en el que el presidente -el coruñés Antonio Arias- cuenta con el apoyo de Lugo, pero con la oposición de Ourense y de Pontevedra. Las sectoriales se hallan divididas también y, sobre todo, desmovilizadas en una estructura en la que, a su juicio, priman el poder y el reparto provincial. La enorme fractura interna, un problema que va camino de cronificarse, y los graves problemas económicos han propiciado que algunos informes bancarios sobre el riesgo del crédito fueran desfavorables, pero finalmente ha prevalecido el valor patrimonial del edificio central de la CEG.

La patronal ya se salvó del concurso el pasado verano cuando obtuvo in extremis un préstamo de 600.000 euros de Abanca con cargo a la subvención pública que recibiría la organización por la llamada ley de participación institucional. Ahora ha logrado dar un nuevo paso en lo económico, pero queda otro: tratar de soldar la grave fractura interna. Ourense y Pontevedra consideran que Antón Arias es el presidente porque A Coruña maniobró con Lugo para asegurarse los votos mientras rompía un pacto que habían alcanzado las provincias para darse un tiempo y negociar un candidato de consenso. De ahí viene el actual clima de división interna.

Dos meses después de lanzar un órdago sin precedentes abandonando la patronal, los empresarios de Pontevedra volvieron a participar la semana pasada en los órganos de dirección de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). Jorge Cebreiros y Javier Touza fueron al comité de dirección, y el expresidente José Manuel Fernández Alvariño acudió a la junta directiva.

Otro de los puntos de discordia en el seno de la organización es la designación de Jaime López como secretario general de la patronal gallega, propuesto por el presidente y nombrado por el comité, pero rechazado por la oposición a Antón Arias.