La aeronáutica gallega se engancha al nuevo bum de los reactores privados

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La aviación ejecutiva en España
La Voz

Se introduce en el segmento con pedidos de Bombardier, Embraer o Airbus Helicopter

07 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Viajar en avión privado puede ser un lujo, un capricho o una necesidad. Superada la crisis, la mejora de los márgenes de beneficios y los protocolos de seguridad -endurecidos por la amenaza terrorista- han hecho resurgir este pequeño segmento de la aviación civil, que vive un bum de pedidos en todo el mundo.

A modo de ejemplo, la brasileña Embraer, una de las mayores fabricantes de aeronaves del mundo, entregó el año pasado 63 unidades del Phenom 300, el reactor de negocios más vendido del mundo; y en el primer trimestre del 2017 ha despachado otros 18 aparatos. Trabajar en esta división de negocio con el constructor brasileño, que tiene una planta de ensamblaje en Portugal, es uno de los principales objetivos que se ha marcado el Consorcio Aeronáutico Gallego, que hará una visita comercial a la base lusa de Évora a finales de mayo.

Pero los primeros pasos de la aeronáutica gallega en la aviación ejecutiva ya están dados. Empresas del sector ya han conseguido paquetes de trabajo para algunas de las compañías especializadas en el segmento de los reactores y helicópteros para viajes privados.

En la nómina de clientes de las empresas del consorcio figuran ya, además de Embraer, Airbus Helicopter (para la planta de Illescas), Augusta Westland (británica), Bombardier (canadiense), Gulfstream Aerospace (estadounidense, filial de General Dynamics) o Israel Aerospace Industries (IAI), la principal industria aeronáutica de este país, y buena conocedora del sector gallego, porque eligió el aeródromo de Rozas para probar su dron militar.

«De momento estamos hablando de pequeños pedidos, de colaboraciones puntuales, pero es uno de nuestros nichos de mercado preferentes, porque está creciendo de manera muy fuerte», explican fuentes del consorcio. 

Hay capacidad

¿Qué aporta el sector gallego a la aviación ejecutiva? «Las capacidades son las mismas que aportamos al sector en general. Nuestro potencial está en los materiales compuestos, electrónica y electricidad, software, fabricación de aeroestructuras y utillaje», precisa el consorcio gallego, integrado por 31 empresas asociadas, que sostienen un millar de empleos.

José Ramón Des, presidente de la aeronáutica Laddes Work (Ourense), explica que el principal inconveniente es que todo el mercado para esta división está fuera de España, lo cual obliga a un mayor esfuerzo comercial. Destaca el empresario que existen más posibilidades de crecer dentro de este segmento. «El negocio de las personalizaciones todavía está por explotar. Se trata de la adaptación de interiores y reconversión de los aparatos, que es algo que tienen que hacer empresas aeronáuticas acreditadas, pero aquí aún no se está haciendo, porque todavía tiene que crecer mucho el parque de aviones de negocios», asegura Des. 

Un 1,5 % de aviones ejecutivos

El Registro de Matrículas de Aeronaves Civiles español, actualizado a fecha de diciembre del 2016, recoge la existencia de 7.081 aparatos privados, entre ultraligeros, helicópteros, aviones, planeadores y globos. Solo un 1,5 % de esa cifra se corresponde con aviones ejecutivos, de un total de ocho marcas comerciales registradas: Beechcraft Hawker, Global Expres, Challenger, Learjeat, Citation, Falcon, Boeing y Gulfstream.

«El Global Express XRS y el Gulfstream G550 son los preferidos por los empresarios españoles, aunque hay algunas compañías que empiezan a apostar por el G650», según Gebta, una organización empresarial de referencia en materia de viajes de empresa en España. 

La flota del Ibex

Ambos son aviones que compiten en el mercado de los reactores privados, capaces de estar en el aire 13 horas sin repostar y cuyo coste medio aproximado supera los 50 millones de euros -el precio de adquisición oscila entre los 10 y los 200 millones de euros y está vinculado al tamaño del avión, al tipo de motor y la configuración interior, entre otros factores-. Precisamente, son estos dos modelos de aeronaves los más usados entre los directivos españoles.

En España, 18 compañías del Ibex 35 disponen de sus propios reactores ejecutivos. Entre ellas, Telefónica, Iberdrola, Banco Santander o Repsol.

Según las cifras que maneja el sector, la flota de aviones ejecutivos con matrícula española ronda el centenar y un 30 % de sus desplazamientos son transoceánicos. Los modelos más comunes son los reactores muy pequeños (hasta cinco pasajeros y 2.000 kilómetros de alcance) y los de tamaño medio (hasta nueve pasajeros y 5.500 kilómetros de alcance).