Gual: «El rescate en España no fue a sus bancos, fue a los depositantes»

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Álex López-Benito

El presidente de CaixaBank defiende la solvencia de las entidades financieras españolas

21 jun 2017 . Actualizado a las 06:56 h.

Conserva Jordi Gual Solé (Lérida, 1957) un deje didáctico de quien se ha formado (y ha formado también) en el mundo académico. Y de quien hasta el año pasado lideraba uno de los servicios de estudios más prestigiosos entre la banca europea, el de CaixaBank. Como tal acudió a un foro de La Voz y el banco en el 2014. Pero aquella carrera vinculada al análisis macro cambió radicalmente cuando fue nombrado presidente de la institución financiera para la que lleva trabajando desde hace más de una década. Ayer Gual regresó a un espacio que ya conocía, el Museo de La Voz, pero convertido en banquero. Y en uno de esos que conviene escuchar con atención. Ayer lo hicieron más de centenar de empresarios, representantes de instituciones públicas y economistas de Galicia. Estos fueron sus principales mensajes:

LA salud de la BANCA

«Saneada y solvente». La resolución del Banco Popular era, sin duda, uno de los asuntos clave, y el público que acudió al foro no desaprovechó la oportunidad para preguntar al banquero sobre un posible efecto contagio. «La banca española -contextualizó- está acompañando a la recuperación económica de este país». Pero para poder hacer eso, recordó, antes, en los últimos años, hubo que hacer un fuerte ejercicio de saneamiento, de cierre de oficinas, de reducción de personal y de concentración de actores. «Ahora el sector está mucho más capitalizado, está saneado y es solvente». «En Italia hemos visto como una entidad, el Monti di Paschi de Siena, obligó a una intervención pública porque podía afectar a otras, pero aquí no». Descartó así un contagio al mercado tras la resolución del Popular. «Es el caso de una sola entidad», enfatizó. Ahora bien, ¿es lícito que 300.000 accionistas lo hayan perdido todo con esa operación en el Popular? Gual tiró de ley: «Según la trasposición de la legislación europea, aprobada por el Congreso, es algo contemplado legalmente».

El banquero defendió el rescate que pidió España hace justo cinco años como una solución no para el sector, sino para los clientes: «En el fondo del rescate no estaba rescatar a los bancos, sino a los depositantes», que, recordó, no perdieron nada, como sí habría pasado con una resolución de algunas entidades. «Se hizo para evitar que el sistema cayera».

Nuevas compras

«Estamos muy ocupados con BPI». La operación en el Banco Popular parece apuntar a una reorganización, una nueva, de la banca española. Gual recordó que esa reestructuración nunca se ha detenido, pero apartó a la entidad que él preside de cualquier operación corporativa a la vista: «Ahora mismo estamos muy centrados en BPI [el banco portugués que han comprado recientemente], que es el 10 % de nuestro balance, y es complejo porque es en otro país». Caixabank ha protagonizado media decena de operaciones desde el 2010, pero ahora, dijo su máximo directivo, «no nos vamos a distraer con fusiones».

El futuro de la banca

«Convivirán la tecnología y las oficinas». Gual tiene claro que el mercado bancario está ante una transformación tremenda, muy vinculada a los nuevos hábitos de consumo y a la irrupción de las nuevas tecnologías. Pero dice que ello no va a ir en detrimento de las oficinas: «Otros cierran sucursales, nosotros las transformamos». «Tenemos que dar servicio a los millennials que no pisan una oficina, pero también al cliente de toda la vida que sí la necesita, y vamos a atenderlos a todos, nos va bien así». ¿Y el efectivo? ¿Desaparecerá?, se le preguntó. «No, costará muchísimo que eso suceda».

Lo que será Caixabank

«Un supermercado bancario con nuestras propias fábricas». Con la compra del Popular por parte del Santander, Caixabank ha pasado a ser el segundo operador en España. No parece inquietarle a su presidente: «Tenemos una estrategia clara, defendemos nuestros valores y nuestra reputación, que es algo muy importante, y tenemos vocación de permanencia para los próximos cien años», dijo gráficamente. ¿Y cómo será, como está siendo ya, ese banco? «Somos un supermercado de productos financieros, con nuestras propias fábricas, lo hacemos nosotros guiados por nuestra estrategia». «Hemos demostrado -remató- una gran capacidad de resistencia».

El conflicto catalán «ha desaparecido de las inquietudes de los inversores extranjeros»

Cualquier convocatoria de un directivo catalán conlleva inevitablemente preguntas sobre el futuro de ese territorio ante la tensión derivada del pulso soberanista. A Jordi Gual no le sorprendieron, dijo, las que le hizo el público sobre el punto de vista del mayor banco de Cataluña y segundo en España sobre ese desafío. «Nosotros hacemos un llamamiento a que las fuerzas políticas dialoguen y a que todo esto se resuelva por los cauces institucionales», dijo Gual. El banquero admitió que este asunto había estado encima de la mesa de inversores internacionales hace años. «En Londres y en Nueva York se nos preguntaba mucho sobre este asunto, sobre todo en el 2014. Pero luego ha ido a la baja, prácticamente ha desaparecido», agregó. «Puede ser -añadió como explicación- porque haya cansancio, o porque se ve que ya no habrá consecuencias».

Gual explicó que, mientras la política «y todo el ruido mediático que hay alrededor» van por un lado, «la economía y la vida siguen». «A fecha de hoy [por ayer] la economía española crece con vigor, las exportaciones crecen, y la inversión extranjera crece. Y en Cataluña, lo mismo. El mundo empresarial sigue su curso».

«Por desgracia -lamentó- hay una tensión política, sin diálogo. Pero la realidad va por su camino, más sereno, queremos ser líderes en España y atender a todos nuestros clientes, desde la seguridad jurídica».

«El "brexit" va a ser importante para la UE, pero no determinante»

El banquero catalán lamenta la falta de destreza de Trump para manejar los tiempos y teme su impacto en la economía

digna casas

El actual contexto internacional, con la salida del Reino Unido de la UE, aprender a convivir con líderes como Donald Trump al frente de la primera potencia mundial o el interrogante sobre la capacidad de China para aterrizar cuando su economía se desacelere son para el presidente de CaixaBank Jordi Gual «una oportunidad para avanzar en la construcción europea».

El banquero se mostró optimista ante unas amenazas a las que Europa, aseguró, debe responder con mayores procesos de integración. Gual minimizó la incidencia que el brexit pueda ocasionar en el conjunto de la economía europea: «Se trata de un fenómeno político sorprendente en una de las democracias más antiguas y maduras del mundo. Sin duda es importante para el Reino Unido y significativo para la UE, pero no resulta determinante».

En términos similares se refirió a las primeras decisiones adoptadas por el nuevo inquilino de la Casa Blanca. «Trump es un novicio político porque en estos primeros meses se creó una expectación sobre sus reflexiones en torno a la política fiscal o inversiones en infraestructuras que podrían generar un recalentamiento de la economía norteamericana y, al final, se han quedado en aguas de borrajas por la escasa destreza del presidente en manejar los tiempos políticos», afirmó. Unas intenciones que se han diluido repentinamente y sobre las que el resto del mundo aún continúa esperando una respuesta sobre «si finalmente se impondrán los pragmáticos a los dogmáticos entre su equipo de asesores».

En este contexto geoestratégico, Gual también incluyó la evolución de la economía de China como determinante del equilibrio internacional. Sobre todo después de que tomase el relevo a Occidente en relación con la expansión del endeudamiento público y privado en un país donde el Estado ejerce el pleno control de la población y del tejido empresarial. Para el presidente del grupo financiero catalán, «China dispone de muchos recursos y cuenta con mecanismos para controlar sus burbujas financieras, pero hay que estar alerta».

Y en todo este escenario, a la UE «solo le queda poner las bases para relanzar una mayor integración del continente, una vez que el Reino Unido esté fuera y deje ya de poner obstáculos». El directivo entiende que lo que ocurre con los países anglosajones debe analizarse como una oportunidad para Europa y ese proceso de mayor construcción será efectivo con líderes proeuropeos como Macron, Merkel, el reaparecido Renzi y Mariano Rajoy. Ese relanzamiento debe hacerse, matizó, igual para todos los países, no con niveles de vida divergentes entre sus miembros. «La periferia tiene que crecer con robustez y equilibrio financiero».