La Fiscalía pide 4 años de cárcel y una multa de 100 millones de euros a Jaime Botín por contrabando de una obra de Picasso

EFE MADRID

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El expresidente de Bankinter sacó del país para su posterior subasta el cuadro«Cabeza de mujer joven» a pesar de contar con la negativa del Ministerio de Cultura

26 jul 2017 . Actualizado a las 12:51 h.

La Fiscalía ha pedido cuatro años de prisión para el expresidente de Bankinter Jaime Botín por supuesto delito de contrabando de bienes culturales por sacar de España e intentar vender la obra del pintor Pablo Picasso Cabeza de mujer joven, creada en 1906 y que fue intervenida en Francia en el 2015.

El Ministerio Público ha presentado en el Juzgado de Instrucción número 4 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) un escrito de acusación en el que solicita dicha pena y que se le condene además a Jaime Botín a una multa de cien millones de euros. En caso de impago pide que se le impongan otros seis meses de privación de libertad.

El fiscal añade que procede la declaración de adscripción de la obra intervenida al dominio público español en aplicación de lo previsto en la Ley de Patrimonio Histórico.

De hecho, el 10 de agosto del 2015 la autoridad judicial de Bastia (Córcega, Francia) autorizó la entrega de la obra a agentes de la Guardia Civil desplazados desde España, que la depositaron al día siguiente en el Museo Nacional Reina Sofía de Madrid.

Se da la circunstancia de que este martes se supo que la Fiscalía de Madrid también se ha querellado contra Jaime Botín y otras tres personas por haber defraudado presuntamente un millón de euros mediante la deslocalización «artificiosa» de un avión privado en Portugal, donde no existen impuestos para este tipo de actividades.

En el escrito que ahora la Fiscalía ha presentado en el citado Juzgado de Pozuelo de Alarcón se relata que Jaime Botín cometió los hechos siendo propietario de la obra original del artista malagueño, que poseía en su domicilio de la urbanización de Somosaguas, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.

Añade que Jaime Botín se puso en contacto con la empresa Christie's para vender la obra en una subasta programada para febrero del 2013 en Londres.

El personal de Christie's le informó de que debía pedir autorización al Ministerio de Cultura español para su exportación al tratarse de un bien perteneciente al Patrimonio Histórico «dado su evidente interés histórico-artístico y tener una antigüedad superior a cien años», destaca la Fiscalía.

Jaime Botín autorizó a Christie's el 5 de diciembre del 2012 a presentar y gestionar la licencia de exportación con posibilidad de venta ante el Ministerio de Cultura.

El fiscal explica que ese mismo día Christie's solicitó al Ministerio permiso de exportación definitiva del cuadro, valorado en 26.200.000 euros, para su subasta en Reino Unido.

La Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes de Patrimonio Histórico Español, organismo consultivo del Ministerio de Cultura, propuso por unanimidad el 13 de diciembre del 2012 la denegación de la solicitud.

También planteó que se declarara que no se pudiera exportar la obra por no existir otra semejante en territorio español al ser una de las pocas de  Picasso del período Gosol, etapa en la que el artista se vio influenciado por la plástica del arte ibérico, lo que incidió de forma decisiva en el cubismo y en la evolución posterior de la pintura del siglo XX.

Siguiendo este dictamen el director general de Bellas Artes denegó el 19 de diciembre del 2012 la solicitud y el Ministerio de Cultura acordó, nueve días después, que la obra no se podía exportar como medida cautelar hasta su declaración como Bien de Interés Cultural.

La Fiscalía destaca que, «pese a ser plenamente consciente de la prohibición, el acusado trasladó el cuadro a un yate de su propiedad atracado en el puerto de Valencia para sacarlo de España y dio instrucciones a su capitán para que lo ocultara».

El Servicio Fiscal de la Guardia Civil realizó el 10 de junio del 2015 una inspección en el yate y requirió al capitán una declaración de los bienes que estaban a bordo y, «siguiendo las instrucciones de su patrón, no incluyó en el listado la obra de arte, aunque sí otras».

En julio de ese año el barco atracó en el puerto de Calvi (Córcega, Francia) con el cuadro a bordo mientras Jaime Botín contrató con una empresa de transporte aéreo la reserva de un vuelo para el día 31 de dicho mes para trasladarse con el cuadro a Ginebra (Suiza).

«Los servicios aduaneros franceses, al tener conocimiento de que el acusado estaba tramitando el permiso de salida del vuelo con un cuadro, ordenaron la pertinente inspección que se llevó a cabo el 30 de julio. Localizaron la obra embalada en la cabina del comandante y ante la falta de la preceptiva autorización para su salida de España procedieron a su intervención», concluye la Fiscalía.