La exconselleira Currás defiende que la fusión de las cajas se hizo con el aval del Banco de España

Redacción LA VOZ

ECONOMÍA

Recuerda en el Congreso que un cambio legal tras el nacimiento de Novacaixagalicia propició su nacionalización

04 abr 2018 . Actualizado a las 18:23 h.

La exconselleira de Facenda Marta Fernández Currás, una de las principales impulsoras de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova en el año 2010, aseguró esta mañana en el Congreso que el proceso de unión se hizo contando con el Banco de España, «de la mano» (hubo varias visitas de altos cargos del supervisor) y con su visto bueno final. De hecho, así lo trasladó en un comunicado oficial el 29 de junio del 2010.

Durante su comparecencia ante la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la crisis financiera, Fernández Currás se ha desmarcado así de la versión aportada en noviembre pasado en el mismo lugar por el entonces gobernador del Banco de España, el cuestionado Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que negaba haber impulsado la fusión.

La Xunta, dijo la exconselleira (hoy socia en la consultura EY, tras pasar por el Ministerio de Hacienda), actuó con toda «seriedad, rigor y consenso» en este asunto y no dejó «nada» por hacer. La fusión, dijo en declaraciones recogidas por Efe, no fue «ninguna ocurrencia» del Gobierno gallego, ni tampoco «la causa, sino la consecuencia» de la mala situación que atravesaban las cajas gallegas.

Fernández Currás explicó que la «factura» que se pagó por hacer las cosas como se hicieron hubiera podido ser inferior si se hubiera actuado «antes de 2009» (en alusión al Gobierno del PSdeG y el BNG), y recordó que la solvencia de la entidad fusionada fue refrendada hasta en cinco ocasiones por otros tantos informes diferentes, del Banco de España, de la autoridad europea de Competencia y de la autoridad bancaria europea, la EBA. Y que contó también con el respaldo unánime del Parlamento de Galicia.

A su juicio, la situación se deterioró más de lo aconsejable tras los reales decretos aprobados por el Ministerio de Economía que elevaron las exigencias de capital a las cajas y obligaron a las que las incumplían a traspasar su negocio a un banco. Así, dijo que fue «sorprendente» que dos meses después de autorizarse la fusión (en febrero del 2011) se aprobara un decreto ley que endurecían las exigencias de provisiones y activos, lo que ha atribuido a «como mínimo, una descoordinación entre el Banco de España y el legislador», pues se les pedía «un salto al vacío» tras haber «sacrificado» en la operación capital principal.

Recordó que cuando tomó posesión de su cargo en la Xunta, en el 2009, «nadie le informó» de que la situación de las cajas gallegas fuera tan «crítica», sino que el Banco de España lo hizo en una reunión en Madrid en la que también le dejó claro que su predecesor en la Hacienda gallega estaba informado «de todo».

También Insistió en que el balance de su actuación en todo este asunto «no es negativo», pues Galicia dispone ahora de un sector financiero «propio» (Abanca ha heredado todo ese negocio, con las sedes repartidas entre A Coruña y Vigo), con una «importante» cuota de mercado y se ha creado empleo.