La AIReF eleva casi medio punto la previsión de crecimiento del PIB este año, al 2,3 %

Europa Press MADRID

ECONOMÍA

Juanma Serrano | EUROPAPRESS

Insiste en que el déficit público cerrará el ejercicio en el 4,1 %, dos décimas más de lo que estima el Gobierno

06 jul 2023 . Actualizado a las 19:53 h.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha elevado cuatro décimas su previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) español este año, hasta el 2,3 %, pero mantiene sus estimaciones para el déficit público, que acabaría el ejercicio en el 4,1 %.

Así se desprende del informe sobre la ejecución presupuestaria, deuda pública y regla de gasto 2023, en el que el organismo que preside Cristina Herrero actualiza sus previsiones macroeconómicas y fiscales tras incorporar los últimos datos disponibles y las nuevas medidas adoptadas por los gobiernos central y autonómicos.

La mejora en la previsión de crecimiento para este 2023 se debe a la incorporación de las nuevas estimaciones de la Contabilidad Trimestral del Instituto Nacional de Estadística (INE), que sugieren que la economía mantuvo un ritmo de crecimiento mayor de lo estimado inicialmente en la segunda mitad del 2022 y en el primer trimestre del 2023.

Asimismo, la información disponible para el segundo trimestre apunta hacia el mantenimiento de un crecimiento real algo inferior al de los tres meses previos, pero superior al del conjunto de la eurozona.

Según la AIReF, la economía española ha sorteado mejor la crisis energética en los últimos tres trimestres que el conjunto de la zona del euro. Sin embargo, en la segunda mitad del año se espera una moderación del crecimiento por la transmisión de las subidas de tipos de interés hacia la economía real, que se espera que se materialice plenamente en la segunda mitad del 2023 y en el 2024.

«Además, la persistencia de tasas de inflación elevadas en el conjunto del área del euro podría redundar en un tono más restrictivo de la política monetaria durante un período más prolongado», ha advertido el organismo.

Menos inflación

En el ámbito de los precios, la AIReF constata una contención notable de la inflación debido a los efectos base asociados al componente energético y a la moderación de los precios del gas y del petróleo en los mercados internacionales. No obstante, la subyacente mantiene tasas elevadas.

En conjunto, la Autoridad Independiente espera un crecimiento del índice de precios de consumo (IPC) del 3,7 % en el 2023, algo inferior a lo proyectado en primavera, mientras que el deflactor del PIB se situaría en el 4,8 %.

Mantiene su previsión de déficit en el 4,1 %

De su lado, la AIReF mantiene una previsión de déficit del conjunto de las Administraciones Públicas del 4,1 % del PIB en el 2023, dos décimas por encima de lo previsto por el Gobierno, un diferencial que atribuyen a la prórroga de las medidas para afrontar la subida de los precios energéticos y los efectos de la guerra en Ucrania.

En consecuencia, la AIReF estima que la reducción del déficit en este ejercicio sería de siete décimas, desde el 4,8 % con el que cerró el 2022. 

En materia de ingresos, la AIReF estima que, sin incluir el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, alcanzarán el 42,7 % del PIB, casi una décima más que el nivel previsto en el anterior informe. Esto supone un crecimiento del 7,5 % respecto al 2022. De su lado, los gastos, también sin Plan de Recuperación, se situarán en el 46,8 % del PIB, menos de una décima por encima del nivel previsto en el informe anterior. 

La deuda bajará al 110,1 %

En cuanto a la deuda, el organismo fiscalizador proyecta una disminución en la ratio sobre PIB de 3,1 puntos sobre el nivel registrado en el 2022, hasta el 110,1 % al cierre del ejercicio. Según explican, esta reducción vendría sustentada principalmente por el crecimiento del PIB nominal, con una contribución elevada del deflactor.

No obstante, el organismo ha advertido de que, en el medio plazo, el nuevo ciclo monetario unido al elevado nivel de deuda existente, superior al 100 % del PIB, sitúa la sostenibilidad de las finanzas públicas en una situación de vulnerabilidad, ya que en los próximos años las Administraciones tendrán que financiar elevadas cantidades de deuda, en torno al 20 % del PIB, a unos tipos de interés significativamente más altos, en un contexto en el que desaparece la demanda de títulos de deuda por parte del BCE y en el que son muchos los países que mantienen niveles de deuda y necesidades de refinanciación elevados.