Apoyo unánime a las pizarreras desahuciadas en Valdeorras

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

ECONOMÍA

ALEJANDRO CAMBA

Rueda pide «sentidiño» en el conflicto con los comuneros

23 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un conflicto de casi una década entre una comunidad de montes del municipio de Carballeda de Valdeorras y el dueño de dos pizarreras tiene en jaque a 250 empleos en la comarca ourensana. Desde que en el año 2014 caducó el contrato de alquiler firmado entre la industria y los comuneros, la falta de acuerdo sobre el precio a pagar ha derivado en un conflicto judicializado que parecía haberse desencallado el pasado mes de febrero con la mediación de la Xunta para ejecutar una expropiación forzosa de los terrenos, pero que ahora se ha encallado de nuevo con la orden de desahucio lanzada por un juzgado de Valdeorras.

El desalojo fue frenado por los trabajadores y las dos pizarreras trabajan con relativa normalidad, a pesar de que la zona de oficinas y distribución sí fueron precintadas. Este viernes, tras una semana de apoyos verbales a los trabajadores, la sociedad valdeorresa salió a la calle para defender los puestos de trabajo y pedir una solución que blinde los empleos.

Ese acuerdo se antoja ahora mismo complicado. Las negociaciones entre el dueño de Irosa y Samaca y los comuneros no avanzan, debido a que entre los propietarios de los terrenos hay también una fuerte división. «Hay vecinos que me presionan para que no negociemos. Al final, sus enfrentamientos los pagamos los demás», señaló Rogelio López, propietario de Irosa y Samaca.

Ante esta situación de punto muerto en las conversaciones confía en que la Justicia remiende la situación y haga valer la expropiación forzosa ejecutada en marzo y también el hecho de que, asegura, tiene registrados seis hectáreas de terreno. «Es inconcebible lo que ha pasado y también valoramos como algo incalculable el apoyo que hemos tenido de toda la sociedad valdeorresa», explicó.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se posicionó este viernes en un acto en Ourense sobre el conflicto entre las pizarreras y la comunidad de montes de Portela y Trigal: «Estamos falando de postos de traballo que están en perigo. Polo tanto, desexar que se chegue a un acordo porque é imprescindible que esas industrias sigan funcionando. Pido un pouco de sentidiño e que se chegue a acordos e a Xunta, se pode mediar, o fará. Como estanse a producir outros casos similares en Galicia, eu pido responsabilidade ás comunidades de montes recoñecendo sempre os seus dereitos».

A la espera de una solución, cientos de personas recorrieron este viernes las calles de O Barco de Valdeorras al grito de «Irosa non se pecha». El Clúster da Pizarra de Galicia, que aglutina a cuarenta empresas del sector, valoró de forma positiva tanto la protesta llevada a cabo en O Barco como los apoyos de los agentes políticos, sociales y económicos de la provincia de Ourense.