Altri producirá cuatro toneladas de celulosa por cada tonelada de biofibra

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Altri

De la planta de Palas de Rei saldrá pasta de celulosa, liocel, biomasa y yeso

22 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Si una fábrica de celulosa es una instalación industrial dedicada a procesar madera para obtener su principal materia prima, en efecto, el proyecto de Altri en Palas de Rei es una gran planta de celulosa de 1,5 millones de metros cuadrados. La diferencia con la actividad que realiza otra industria como la de Ence en Pontevedra, es que esta última destina la mayor parte de su proceso productivo a hacer pasta de papel, mientras que el grupo portugués utilizará la materia prima para extraer pasta de celulosa y elaborar con ella las fibras celulósicas de las que sale la biofibra textil o liocel. También producirá biomasa y yeso, según consta en el proyecto.

Ese es el plan de la compañía, que, sin embargo, no descarta otros usos —¿tal vez pasta de papel?—, en función de la demanda del mercado. Así lo explican fuentes del proyecto, que cuenta con una inversión próxima a los 1.000 millones de euros. Su objetivo es alcanzar una producción de 400.000 toneladas de pasta de celulosa al año y, a partir de ahí, extraer la biofibra. La proporción la irá marcando el mercado, pero, según las previsiones, se situará en torno a una tonelada de liocel por cada cuatro de pasta celulósica. En el proyecto figura también la fabricación de 31.500 toneladas al año de biomasa y 13.000 toneladas al año de yeso.

Fuentes del grupo luso afirman que el plan es destinar una parte de la producción de la pasta de celulosa a la producción de liocel para su venta al mercado textil, y exportar el resto de la materia prima, con Portugal como mercado preferente. Allí tiene Altri dos plantas de celulosa.

¿Qué es lo que ha cambiado desde que en octubre del 2021 Altri anunció su decisión de instalarse en Galicia? Fuentes de aquellas primeras negociaciones aseguran que el proyecto que ahora abandera Greenfiber —Sociedad constituida en agosto del 2022 en Pontevedra, con el grupo papelero portugués Altri como accionista mayoritario (el 75% del capital) y participada por Manuel García, dueño de Greenalia, a través de Smarttia, con un 25 %—, es el mismo en origen, «solo que ha ido evolucionando a medida que ha sido necesario exponerlo al detalle». Dicho de otro modo, que el proyecto de inversión presentado hace más de tres años se limitaba a exponer un plan de negocio basado en la producción de liocel —el objetivo era abastecer el 5 % de la demanda mundial, con 200.000 toneladas al año, sin referencia alguna a la fabricación de pasta de celulosa—; mientras que el plan definitivo sometido al estudio de impacto medioambiental —ahora en exposición— entra al detalle en el proceso de producción industrial que está centrado en la pulpa de celulosa o celulosa soluble.

Fuentes del sector aclaran que la celulosa soluble es la materia básica para fabricar pulpa de papel, celuloide, seda artificial y barnices, entre otros materiales.

La duda que suscita este proyecto ahora detallado es qué posibilidades de encaje puede tener en el reparto de fondos europeos, teniendo en cuenta que concurre al PERTE para la economía circular. Y eso a pesar del despliegue tecnológico previsto en la instalación de Palas de Rei para neutralizar su impacto en el entorno en materia de emisiones, vertidos y residuos.

Desde el entorno de Altri sostienen que la unidad industrial se basa en un modelo de economía circular y que, además de la producción de biofibra, el proyecto incluye una planta para el reciclaje textil. Sin embargo, otras fuentes críticas con el proyecto mantienen que tanto el liocel como el reciclado de fibras son «elementos secundarios utilizados a modo de ecopostureo para encajar en la filosofía de los fondos europeos Next Generation».

En todo caso, Altri todavía no ha dicho la última palabra sobre su decisión de llevar adelante este proyecto, y no lo hará hasta que se despeje la incógnita sobre la adjudicación de fondos, un condicionante decisivo, ya que según han trasladado tanto a la Xunta como al Gobierno central desde la dirección de Altri, sin ayudas públicas, no habrá inversión millonaria. La papelera lusa ganó el año pasado 42,8 millones de euros, un 72 % menos que en el 2022.

Rueda apela a la pedagogía

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, afirmó ayer que preferiría que la compra de terrenos para la instalación de Altri fuese mediante «acordos voluntarios», pero no descartó que la Administración gallega tenga que expropiar fincas. Respondió además a las críticas al proyecto de sectores que «ocultan sempre outros intereses» y actúan «sen coñecer os detalles», por lo que consideró necesario hacer un «exercicio de pedagoxía».