El BCE mantiene los tipos en el 4,5%, pero planea un primer recorte en junio

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Kai Pfaffenbach | REUTERS

El de referencia lleva siete meses anclado en ese umbral mientras el euríbor diario ha subido al 3,729%

11 abr 2024 . Actualizado a las 18:07 h.

El guion se ha cumplido, sin sorpresas. El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener intactos los tipos de interés, dejando el de referencia en el 4,5%, el mayor desde la introducción de la moneda única. Un escenario que el mercado ya había descontado desde su última reunión, el pasado 8 de marzo.

No habrá, pues, cambios en la hoja de ruta del organismo comandado por Christine Lagarde, quien cree que todavía no ha llegado el momento de abaratar el precio del dinero. Y es que a pesar de que la inflación en la eurozona se moderó en el mes de marzo, situándose en el 2,4% (desde el 2,6% de febrero), la mayoría de miembros del consejo de gobierno del BCE consideran que es prematuro empezar a estimular el crédito de nuevo. Algo que no ocurrirá hasta llegar al umbral objetivo del 2%, que garantiza la estabilidad de los precios. 

Eso significa que no habrá recortes de tipos hasta el mes de junio, como pronto. No obstante, la francesa apuntó en rueda de prensa que «si nuestra previsión actualizada de inflación, las dinámicas de inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria aumentaran aún más nuestra confianza en que la inflación está convergiendo a nuestra meta (2%) de manera sostenida, podría ser apropiado reducir el actual nivel de restricción de la política monetaria». No obstante, quiso aclarar que no tienen una hoja de ruta concreta para la reducir los tipos: «No nos estamos comprometiendo con una senda de tipos particular».

El BCE no tiene ninguna prisa, a pesar de la evidente ralentización económica de las principales potencias del euro. Alemania, la locomotora europea, despidió el 2023 con una contracción del 0,3% y, según avanzó recientemente el Bundesbank, volverá a hacerlo este primer trimestre del año, entrando en recesión técnica. Y no solo eso: su ministro de Economía, Robert Habeck, rebajó en febrero la previsión de crecimiento para este 2024 del 1,3% a un pírrico 0,2%. Paradójicamente, la inflación en el país teutón se situó en el mes de marzo en el 2,3%, solo una décima por debajo de Francia. 

Donde los precios se resisten a bajar es en España. La inflación cerró el mes de marzo en el 3,2%, cuatro décimas más que en febrero y ocho por encima de la media de la eurozona. No obstante, las expectativas de crecimiento de la economía son notablemente mejores que las alemanas, con un avance del producto interior bruto (PIB) este año del 1,7%. 

Son estas disparidades entre países y sus modelos productivos las que dificultan al BCE adoptar una política monetaria eficaz para todos, con la que pueda enfriar los precios sin dañar la actividad económica, que se ha resentido desde que en julio del 2022 comenzó la ruta de subida de los tipos de interés. Desde finales de ese año, el flujo de financiación hacia las empresas españolas empezó a caer, dificultando la refinanciación de deudas, la ampliación de plantillas y la puesta en marcha de nuevos proyectos e inversiones. El daño de la escalada del precio del dinero está cuantificada. El Banco de España calcula que este año la economía española podría haber crecido 1,2 puntos porcentuales más de no ser por la subida de tipos (un punto en el 2023) -no obstante, una inflación descontrolada habría aumentado también los costes operativos, lastrando las cuentas de los negocios-. Y advierte: «Los tipos de interés permanecerán en niveles relativamente elevados a lo largo de todo el horizonte de proyección (hasta el 2026)». 

¿Habrá bajada de tipos en un junio? 

Aunque Lagarde no ha sido taxativa al respecto, los últimos datos de inflación apuntan en esa dirección. Además, no se observan los temidos efectos de segunda ronda que anticipaban algunas voces expertas y que imputaron, mayoritariamente, a las subidas salariales acometidas para compensar a las plantillas la pérdida de poder adquisitivo. No obstante, la francesa ya adelantó antes de la reunión de este jueves que «tras la primera bajada de tipos, no podremos comprometernos con una senda concreta». No obstante, las señales que llegan del otro lado del Atlántico generan dudas. La Reserva Federal anunció ayer que no abaratará el precio de los préstamos hasta que la inflación baje de forma más persistente. Hasta ese momento, no se planteará un descenso de los tipos de interés, que en la actualidad se sitúan entre el 5,25 y el 5,5%, su umbral más alto desde el 2001. Allí los precios siguen sin dar tregua. De hecho, en el mes de marzo la inflación aumentó al 3,5%. 

¿En qué medida puede afectar a las decisiones del BCE? El organismo europeo necesita también mantener la paridad con el dólar. Situar los tipos en umbrales altos favorecería a ese objetivo, pero también dificultaría más la vida a las empresas exportadoras. Sin embargo, depreciar el euro en exceso, con una bajada rápida y acusada de tipos, podría encarecer demasiado las importaciones. 

Por el momento, el euríbor -índice de referencia para la mayoría de las hipotecas en España- ha frenado su caída y este jueves volvía a subir al 3,729% diario. No obstante, en lo que vamos de mes, se sitúa en el 3,677%, frente al 3,718% que marcó en marzo (su nivel más alto desde noviembre del 2023). 

A pesar de todo, el consenso mayoritario en el mercado es que el BCE acometerá este año cuatro recortes de tipos, de 0,25 puntos cada una, de tal forma que el de referencia descendería del 4,5% actual al 3,5% para cerrar el 2024.